Volkswagen da un giro histórico al apostar por una nueva estrategia de nombres para sus coches eléctricos: ahora, modelos como el Polo, el GTI o el T-Cross seguirán vivos en versión eléctrica bajo el paraguas ID. La revolución comienza en 2026 con el debut del nuevo ID. Polo: una jugada que busca conectar emociones, facilitar la elección y hacer la movilidad eléctrica más cercana al gran público.
La firma alemana apuesta así fuerte por la nostalgia para impulsar su gama eléctrica. La reciente decisión de abandonar la frialdad de los números y adoptar nombres consolidados supone una auténtica revolución en el sector: ya no hablaremos de ID.2all, sino del esperado ID. Polo. Esta nueva política lleva los valores asociados a modelos con historia (calidad, seguridad y democratización de la tecnología) a la nueva era de movilidad eléctrica.
El primer paso: ID. Polo e ID. Polo GTI
El Golf también seguirá vivo con este cambio de rumbo.
El ID. Polo será el primer modelo en estrenar esta estrategia, basado en el prototipo ID. 2all y diseñado para conquistar el segmento B eléctrico con una propuesta asequible y muy equipada. Junto a él, la familia crecerá con el ID. Polo GTI, la versión deportiva y electrificada del icónico hot hatch, prevista también para 2026. Ambos se presentan oficialmente en el IAA Mobility de Múnich en septiembre, anticipando una nueva forma de entender la continuidad de sus grandes éxitos.
¿Seguirán siendo tan emocionantes las siglas GTI?Volkswagen
La estrategia no solo afecta a los utilitarios. Volkswagen confirma la llegada del ID. Cross, la versión eléctrica del T-Cross, que también verá su primer prototipo en Múnich y llegará a los concesionarios a finales de 2026. Tanto el ID. Polo como el ID. Cross se producirán en España, reforzando el peso de la industria nacional en la transición hacia una automoción más sostenible.
Cercanía, calidad y respuesta al usuario
Volkswagen parece haber escuchado a sus clientes: la nueva generación de modelos ID combinará tecnología avanzada con materiales más cuidados y el regreso de controles físicos, como los botones clásicos, en tableros y volantes, mejorando la experiencia frente a la digitalización total. Todo ello con el objetivo de hacer el coche eléctrico más accesible, confortable y, sobre todo, reconocible y cercano.
Con esta estrategia, Volkswagen quiere que escribir ‘Polo’, ‘GTI’ o ‘Cross’ en la trasera de un coche siga despertando la misma emoción de siempre, aunque ahora hablemos de kilovatios y no de cilindros. La firma de Wolfsburg demuestra así que la innovación puede ir de la mano de la tradición, permitiendo a varias generaciones reencontrarse con sus modelos de siempre, ahora más limpios, avanzados y conectados.
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