Volkswagen planea cerrar tres plantas en Alemania

El culebrón germano está llegando a su desenlace: Volkswagen tiene intención de cerrar tres plantas en Alemania, tal y como ha confirmado la líder del comité de empresa, Daniela Cavallo, a los empleados en un evento este lunes. Ni las presiones por parte del gobierno de Alemania ni, claro está, la oposición de los sindicatos parecen afectar a la dirección de Volkswagen, que siguen defendiendo que los costes de sus plantas se han vuelto “particularmente altos”.

De momento no hay detalle alguno acerca de qué plantas serían las elegidas para el cierre, pero lo que es evidente es que esta medida va a afectar a decenas de miles de puestos de trabajo (se habla de cerca de 300.000), a lo que podría unirse, según un informe, la reducción de la plantilla de otras tantas fábricas implicando así una externalización de las tareas o de divisiones enteras. “La dirección se lo toma muy en serio. No se trata de una maniobra de bravuconería en la negociación colectiva; sino que este es el plan del mayor grupo industrial de Alemania para iniciar la venta en su país de origen, Alemania”, confirmó la propia Cavallo.

Voraz competencia

Esta medida supondría un hito cuanto menos negativo para la industria alemana que vería cómo por primera vez en sus 87 años de historia, Volkswagen cierra sus plantas de producción en su mercado nacional. Y es que durante el pasado mes, la marca alemana canceló un acuerdo de 1994 que protegía a sus trabajadores frente a despidos hasta el 2029, permitiendo los relacionados con el negocio a partir de mediados de 2025. La caída de las ventas en China de casi un 20% durante el primer semestre de este año, así como la cada vez mayor competencia en el sector eléctrico tanto de China (con firmas como BYD) como por parte de Tesla, han llevado a las altas esferas a tomar esta decisión tan impopular.

Thomas Schaefer, el CEO de Volkswagen, afirmó inmediatamente que las fábricas alemanas no eran lo suficientemente productivas y estaban entre un 25 y un 50% por encima de los costos objetivo, lo que significa que algunas plantas eran el doble de caras en comparación con la competencia. “Actualmente no ganamos suficiente dinero con nuestros coches. Al mismo tiempo, nuestros costes de energía, materiales y personal siguen aumentando. Este cálculo no puede funcionar a largo plazo”, corroboró. “Además, en Volkswagen seguimos realizando internamente muchas tareas que la competencia ya ha externalizado de forma más rentable. Esto significa que no podemos seguir como hasta ahora. Debemos encontrar rápidamente una solución conjunta y sostenible para el futuro de nuestra empresa”, finalizó.

Este miércoles, los líderes sindicales se reunirán con representantes de VW en lo que será la segunda ronda de negociaciones del convenio colectivo, pero hasta entonces y durante el día de hoy, los trabajadores de 11 plantas han detenido la producción en señal de protesta a los planes de recorte. Desde la matriz de Volkswagen lo único que hacen es ceñirse al documento oficial emitido hace algunas semanas, cuando toda esta polémica se destapó, haciendo hincapié en que se encuentran en un proceso de reestructuración.