2020 ha sido un año para el olvido. No hace falta repetir por qué. Los duros confinamientos han trastocado los planes de todos los países en cuanto a seguridad de suministro se refiere. España ha dejado de consumir 10 TWh lo que eso supone de complicado para el operador del sistema eléctrico, REE. Si a ello, se le suma un par de decisiones de política energética, como una mayor integración de renovables (procedentes de las subastas de 2017) y el cierre de la mitad del parque de centrales térmicas de carbón, el mix eléctrico de 2020 ha cambiado bastante en su objetivo de descarbonización.
2020 ha finalizado con una producción de electricidad de 250,6 TWh cuando en años anteriores se situaba en los 260 TWh. Esta caída de la demanda debería haber afectado a todas las tecnologías que generan electricidad, pero no lo ha hecho tanto.
La energía nuclear se mantiene como el rey del mix eléctrico español. Las centrales atómicas han generado 55,5 TWh durante todo el año, solo 233 GWh menos que en 2019 y unos 2 TWh más que en 2018. Con la pandemia, tanto REE como el CSN han trabajado para adelantar las paradas programadas de las centrales durante el duro confinamiento de cara a tener las centrales preparadas para el otoño e invierno cuando se preveía una mayor demanda.
Esta previsión ha hecho que la nuclear se mantenga como el líder y produzca la misma energía incluso con 10 TWh menos de consumo. Por eso, hay que reconocer el buen comportamiento de esta tecnología como el del operador del sistema por haber obtenido estos datos.
En segundo lugar ha quedado la eólica. La mayor fuente eléctrica por capacidad instalada (más de 27 GW) no ha tenido un buen año. Con los miles de megavatios conectados a finales del año pasado y durante este 2020, se esperaba que mejorase notablemente su producción pero no ha sucedido.
La eólica ha finalizado 2020 con 54.583 GWh generados, solo unos 300 GWh más que en 2019. Aunque haya habido capítulos de fuerte viento, con récord de producción diaria y de punta de generación instantánea por encima de los 19 GW, este 2020 no será conocido como el más ventoso. Lo normal, es que con las circunstancias dadas y la mayor potencia instalada, la eólica hubiera superado a la nuclear, pero no ha sucedido. Habrá que esperar a 2021.
El principal cambio que se ha dado en el mix eléctrico español se ha dado con la solar fotovoltaica. Esta tecnología no para de crecer y ya representa el 6,1% del mix. Ha generado un total de 15,2 TWh, más del doble que en 2018 y un 65% aproximadamente más que el año anterior. Esto ha sido provocado por la cantidad de megavatios añadidos al sistema. En la actualidad tiene más de 11 GW instalados. De esta forma, la convierten ya en la sexta tecnología que más electricidad produce en España.
El segundo cambio notable del mix ha sido la producción procedente de las centrales térmicas de carbón. La generación se ha desplomado tras el apagón de siete centrales a 30 de junio del año pasado. En total, el carbón ha producido poco más de 5 TWh.
Teniendo en cuenta esto, es la primera vez que la fotovoltaica supera al carbón en España en producción anual, pero es que encima el sorpasso ha sido de órdago, al producir la solar fotovoltaica el triple que el carbón durante 2020.
En esta gráfica realizada por Xavier Cugat y que ha colgado en su cuenta de Twitter se puede ver perfectamente el avance de esta tecnología durante los últimos años y cómo ha caído el carbón desde las primeras posiciones a puestos de cola dentro del mix español.
Otro cambio importante durante este 2020 ha sido la caída de la generación a través de los ciclos combinados de gas. El año 2019 los ciclos se convirtieron en la principal alternativa a la nuclear, pero en este 2019, con la caída de la demanda ha sido una de las tecnologías más perjudicadas, con lo que ello significa para el cómputo global de emisiones procedentes del sistema eléctrico español.
En total, los ciclos han producido en 2020 casi 44 TWh, y se han dejado en el camino 11 TWh respecto a 2019.
También la cogeneración ha sufrido una caída de la producción hasta los 27.000 GWh mientras que la hidráulica ha remontado hasta los 30 TWh desde los 24 TWh de 2019.
En definitiva, 2020 ha traído consigo cierta tensión a la hora de cuadrar la demanda con la producción eléctrica, pero ha sido resuelta con magníficos resultados en cuanto al objetivo de descarbonización se refiere. Las tecnologías más limpias cada vez tienen mayor peso en el mix y así seguirá siendo en los próximos años. Por tanto, se podría decir que 2020 ha sido el año en el que verdaderamente ha comenzado la transición energética en España.
mjota
02/01/2021