Alemania ha dado luz verde a una de las mayores ampliaciones de centrales de ciclos combinados en Europa. Sin embargo, esta aprobación viene con la condición clave de que los proyectos se adapten al hidrógeno entre 2035 y 2040, en consonancia con los ambiciosos objetivos medioambientales del país.
La decisión, alcanzada después de prolongadas negociaciones, implica hasta 10 gigavatios (GW) distribuidos en cuatro licitaciones a corto plazo, lo que podría traducirse en la construcción de entre 15 y 20 nuevas instalaciones. Este plan de expansión tiene como objetivo abordar la creciente demanda de electricidad y garantizar una oferta constante, especialmente ante la intermitencia en la generación de energía proveniente de fuentes renovables como la solar y la eólica.
La medida gubernamental busca modernizar estas nuevas centrales eléctricas para que puedan utilizar hidrógeno como combustible en algún momento entre 2035 y 2040. Además, se contempla la posibilidad de aplicar tecnologías de captura y almacenamiento de carbono, según un comunicado recientemente emitido.
La medida también busca proporcionar electricidad de carga base, es decir, una generación constante de electricidad las 24 horas del día.
Desafíos
A pesar de la importancia de este proyecto, estimado en un costo entre 15.000 y 20.000 millones de euros en los próximos 20 años, ha generado controversias. La transición al hidrógeno entre 2035 y 2040 plantea desafíos para cumplir con los compromisos anteriores de lograr una producción eléctrica libre de emisiones para 2035, un objetivo acordado con Francia y otros cinco países europeos a finales del año pasado.
Varios analistas especializados en energía han señalado al respecto que la ampliación de las centrales de gas "es necesaria" para abordar la escasez prevista en la década de 2030, especialmente con el aumento de la demanda en los sectores del transporte y la calefacción.
Aunque se ha aprobado la expansión de las centrales de gas, el gobierno aún tiene que tomar decisiones cruciales. La transición exacta de estas centrales al hidrógeno se decidirá en 2032. Sin embargo, no se especifica que el hidrógeno utilizado deba ser exclusivamente verde y proveniente de fuentes renovables. Además, un plan anterior para licitar 8,8 GW de unidades que funcionarían inmediatamente con hidrógeno ha quedado en 'stand by', ya que la iniciativa de gas verde del país está aún en fase de borrador.
Industria alemana
La industria eléctrica alemana ha acogido favorablemente este plan. Aunque insisten en la urgencia de actuar rápidamente. Michael Lewis, CEO de Uniper SE, ha afirmado que la construcción de las nuevas centrales y las instalaciones de almacenamiento llevará varios años.
La segunda mayor minera de carbón de Alemania, Lausitz Energie Bergbau AG, ha destacado la importancia de considerar sus preocupaciones sobre el acceso a los gasoductos y la reducción de las emisiones de carbono. RWE, por su parte, ha expresado su interés por las licitaciones.
Sin embargo, a pesar de la recepción positiva de la industria, la Cámara de Comercio e Industria alemana, conocida como DIHK, ha advertido que las centrales existentes solo deberían cerrarse cuando se conecten nuevas unidades a la red.
Aunque se ha obtenido la aprobación a nivel local, el plan aún debe ser evaluado y aprobado por la Comisión Europea, que ya ha expresado preocupaciones sobre la expansión de los combustibles fósiles. Las centrales previstas serán cruciales para que Berlín convenza a los productores orientales de lignito, el tipo más contaminante, de que eliminen progresivamente las centrales de carbón antes de la fecha oficial de 2038 y ayuden a Alemania a alcanzar antes sus objetivos de emisiones de gases de efecto invernadero.
Argos
06/02/2024