Alemania debe "eliminar urgentemente" los obstáculos que aún se interponen en el camino de la carga bidireccional para aprovechar al máximo el potencial del sector del transporte para flexibilizar el consumo de electricidad, dijo la asociación de energía renovable BEE.
En respuesta al plan maestro de infraestructura de carga recientemente presentado por el Ministerio de Transporte, el BEE dijo que era importante clasificar las baterías de vehículos eléctricos (EV) como dispositivos de almacenamiento por derecho propio.
La carga bidireccional permite que las baterías dentro de los vehículos eléctricos funcionen como sistemas de almacenamiento estándar, retirando electricidad de la red cuando hay mucha disponible o devolviéndola si el automóvil no está en uso, lo que brinda flexibilidad al sistema de energía y genera dinero a los propietarios.
Muchos vehículos eléctricos ya pueden devolver energía a la red, pero los impuestos sobre la electricidad y las tarifas de la red han significado hasta ahora que la carga bidireccional no tiene sentido financiero para los propietarios de automóviles.
Una oportunidad para descarbonizar el transporte
"El plan maestro ofrece la oportunidad de aprovechar el potencial de la movilidad no fósil para descarbonizar el transporte y ampliar la flexibilidad en la red", dijo la presidenta de BEE, Ursula Heinen-Esser. "Cada vehículo eléctrico es una pequeña unidad de almacenamiento rodante y, por lo tanto, puede ayudar a aliviar la red en caso de un excedente de inyección de electricidad, evitando así restricciones".
La flexibilidad es clave en un sistema eléctrico que depende de fuentes de energía renovables intermitentes. El almacenamiento, la gestión flexible de la demanda y las centrales eléctricas de respaldo flexibles desempeñarán un papel clave para garantizar la seguridad del suministro, así como para optimizar la operación y los costos del sistema eléctrico. Alemania tiene como objetivo cubrir el 80 por ciento de su demanda de electricidad con energías renovables para 2030.
El sector del transporte de Alemania ha incumplido continuamente sus objetivos de reducción de emisiones, a pesar de que el país lucha por pasar de los motores de combustión a los vehículos eléctricos y otros modos de transporte respetuosos con el clima.
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