Política energética

Alemania y Francia buscan la 'paz' energética

El objetivo de la alianza entre ambos países es impulsar la flexibilidad de los sistemas energéticos

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Alemania y Francia han anunciado una colaboración histórica destinada a transformar el panorama energético europeo, mostrando también un intento de acercamiento y búsqueda de la 'paz' energética entre ambos países, con posturas muy dispares.

El objetivo principal de esta alianza es impulsar la flexibilidad de los sistemas energéticos, entendida como una herramienta esencial para garantizar la seguridad del suministro y optimizar el funcionamiento del sistema eléctrico. Roland Lescure, Ministro Delegado de Industria y Energía de Francia, y Sven Giegold, Secretario de Estado del Ministerio Federal alemán de Economía y Acción por el Clima, destacaron la importancia de esta medida en un contexto donde la competitividad europea y la lucha contra el cambio climático están en la vanguardia de las agendas políticas.

"La flexibilidad es clave para garantizar la seguridad del suministro y optimizar el funcionamiento del sistema eléctrico, al tiempo que se reducen los precios de la electricidad y se refuerza la competitividad de Europa", señalaron Lescure y Giegold en un comunicado conjunto.

Demanda

El acuerdo entre Alemania y Francia abarca diversos aspectos de la política de flexibilidad, incluyendo la respuesta de la demanda, el almacenamiento en baterías, la capacidad de producción 'despachable' y la mejora de las infraestructuras de red. Todos estos esfuerzos se alinean con el ambicioso objetivo de ambas naciones de alcanzar la neutralidad climática en el futuro cercano.

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Este pacto bilateral no solo refleja la determinación de Alemania y Francia de liderar la transición energética en Europa, sino que también envía un mensaje claro al resto del mundo sobre la importancia de la colaboración internacional en la lucha contra el cambio climático. Además, sienta las bases para una mayor integración energética dentro de la Unión Europea, fortaleciendo así la posición del continente en el escenario global.

Un comentario

  • Verde Claro

    06/03/2024

    La colaboración y armonización de los dos principales productores y consumidores europeos siempre es positiva, el resto de los países, tienen que estar alerta para no perder la comba y potenciar sus posibilidades.

    Analizando los datos de 2.023

    Alemania.

    Ya no es el primer generador Europeo, sigue siendo el primer consumidor, recurriendo a importaciones eléctricas algo impensable cuando exportaba anualmente 50.000 Gwh/año.

    Brilla su apuesta eólica en 2.023 y seguramente en 2.024, convirtiéndose en referencia a estudiar y seguir para alcanzar el 40 % de la generación total, salvando a la fotovoltaica en los largos y nublosos inviernos centro europeos.

    Su inmensa implantación fotovoltaica, unido a la escasa aportación hidráulica, no tienen un rendimiento competitivo.

    Visualizamos su gran esfuerzo por consumir el mínimo de combustibles fósiles, llegando a perder competitividad.

    Es digno de análisis para obtener conclusiones, la punga con Francia para no ofertar un precio de intercambio de electricidad más elevado. Queda el interrogante quién puede generar más barato.

    Su sistema eléctrico está contaminando más que el francés.

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