La canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, han admitido, en una conferencia de prensa en Berlín, las diferencias que existen entre los dos países sobre el gasoducto Nord Stream II, que deberá transportar gas ruso hasta Alemania a través del Báltico
"Para nosotros se trata de un proyecto económico que no pone en peligro la diversificación del suministro de gas en Europa", dijo Merkel.
Morawiecki, en cambio, teme que con Nord Stream II Ucrania dejé de ser un país de tránsito para el transporte de gas hacia Europa. "Se trata de otra vía para transportar gas de la misma fuente y con ello Ucrania puede quedar por fuera de la ruta del gas", dijo Morawiecki.
La ruta ucraniana pasa también por Polonia que así, como país de tránsito, se asegura el suministro de gas ruso además de cobrar un peaje. Polonia proyecta construir un gasoducto propio hacia Escandinavia con el propósito de conectarse a la red de gas noruega.
Uno de los temores es que, una vez construido Nord Stream, Rusia pueda seguir suministrándole gas a Alemania a la vez que cortarle el suministro a los países de Europa Oriental.
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