Miguel Arias Cañete se enfrenta hoy a una cita difícil ante las comisiones de Industria y Medio Ambiente del Parlamento. No ya tanto por sus declaraciones tras el debate con la candidata socialista, Elena Valenciano, –tildadas de machistas por sus adversarios políticos- sino sobre todo por las sospechas de conflictos de interés en una parcela muy controvertida como es la de los negocios familiares. Los Verdes e Izquierda Unitaria ya han anunciado su oposición a su nombramiento, y entre los eurodiputados españoles todos los grupos, salvo el PP, anticipan una audiencia algo más que espinosa. Cañete puede beneficiarse de un pacto tácito de no agresión entre populares y socialdemócratas, pero el centroizquierda se guarda un as en la manga y prefiere no anticipar cuál será su voto definitivo.
El candidato español a la cartera de Energía y Acción por el Clima, se ha comprometido por escrito, como ya anticipó El Periódico de la Energía, a "no actuar" en asuntos en los que pudiera tener "intereses personales, familiares o financieros", y ha asegurado que durante su mandato como ministro de Agricultura "nunca" tomó decisiones sobre cuestiones en las que pudiera tener "algún interés, directo o indirecto". En la declaración parlamentaria, Arias Cañete respondía así a las preguntas planteadas por los eurodiputados de las comisiones de Industria y Energía y de Medio Ambiente, tratando de despejar dudas sobre su idoneidad para el cargo tras la mala acogida de su nombramiento por varios grupos políticos, que han aireado en los últimos días sus posibles conflictos de interés. De hecho, hace apenas dos semans, el exministro se vio forzado a deshacerse del 2,5% que poseía en dos empresas del sector petrolero —Petrolífera Dúcar y Petrologis Canarias— para evitar incompatibilidades con el cargo.
Declaración de intereses
AI
01/10/2014