El estancamiento en las ventas de coches cero emisiones ha provocado que muchas empresas paralicen sus planes estratégicos o den marcha atrás. Así está el panorama.
Desde hace tiempo, los coches eléctricos están estancados a nivel comercial tanto en Europa como, lógicamente, España e incluso en otras regiones del mundo. Cierto es que en comparación con épocas pasadas, los datos de ventas siguen ofreciendo dígitos positivos pero su crecimiento ha dejado de ser el esperado. Buena muestra de ello es nuestro mercado, donde los coches cero emisiones siguen mejorando los registros mes a mes pero la cuota de mercado general es inferior a la de 2023.
Una crisis relacionada con los coches cero emisiones que se ha agravado con la imposición de los aranceles por parte de la Unión Europea y que, sobre todo, ha provocado que algunos fabricantes hayan dado un paso atrás en sus estrategias futuras. Tanto es así que, a principios de año, Renaulty Volkswagen suspendieron sus planes de sacar a Bolsa sus respectivas divisiones de vehículos eléctricos e incluso la firma francesa desestimó precisamente una joint-venture con la alemana para fabricar el próximo Twingo eléctrico, el cual se engendrará bajo un socio chino y se producirá en Eslovenia, si bien desde la empresa aseguran que el negocio eléctrico “no es rentable”.
Todo paralizado
El último caso en saltar a la palestra ha sido el de Ford porque si bien la firma de Detroit ya había echado marcha atrás su decisión de dejar en exclusiva la planta de Canadá para la fabricación de utilitarios eléctricos y albergar también el ensamblaje de sus pick-up, ayer mismo confirmó que cancelará el nuevo SUV eléctrico que tenía programado, una decisión que le costará 1.700 millones de euros (1.900 millones de dólares). Junto a ello, los gastos de capital anuales de Ford dedicados a vehículos eléctricos de batería (BEV) disminuirá en aproximadamente del 40% al 30%. La desaceleración y el coste de las baterías (que "sigue siendo un desafío) y la creciente demanda de los vehículos híbridos han provocado este cambio internao, el cual vira ahora hacia la comentada hibridación, sobre todo para sus futuros todocaminos de siete plazas.
Otro caso similar es el de Mercedes-Benz seguirá vendiendo vehículos de combustión “hasta bien entrada la década de 2030”, pese a que hoy por hoy es una de las marcas que más coches cero emisiones tiene en el portfolio de productos siendo el más económico, eso sí, el EQA (prueba) que parte de los 57.000 euros. Sin salir del precio, la propia Volkswagen ha confirmado que tendrá un modelo eléctrico por debajo de los 20.000 eros pero no será realidad hasta el año 2027, mientras que Stellantis está disminuyendo la producción de los eléctricos en Europa por la baja demanda. Concretamente ha reducido la misma en un 36%, mientras que en la planta de Mirafiori el 500e ha rebajado su producción en nada menos que un 63%, motivo por el cual la firma italiana está valorando muy mucho lanzar una alternativa híbrida con sello ECO, tecnología que sí sigue creciendo en todos los mercados.
Una situación que es igualmente extrapolable al resto de empresas relacionadas con el sector, empresas como Northvolt, uno de los mayores productores de baterías, que triplicó sus pérdidas en el último año no solo por la caída de la demanda sino por la pérdida de grandes clientes como BMW y Scania que ya se han quejado varias veces de los retrasos en la recepción de productos y en los problemas de calidad de las baterías. Otro de los casos palmarios es el de Automative Cells Company (ACC), la empresa participada por Stellantis, Mercedes-Benz y TotalEnergies, que ha detenido el trabajo en sus dos gigafactorías de baterías en Europa por la desaceleración de las ventas.
Y más allá, en Alemania el proveedor de piezas ZF anunciaba a principios de mes una reestructuración que contempla 14.000 despidos en los próximos años con el cierre paulatino de algunos de los 35 centros de trabajo con los que cuenta la empresa. ZF prevé un descenso de la demanda de uno de sus productos principales, las transmisiones, que a pesar de que no son necesarias en los coches eléctricos están provocando excesos de inventario.
No muy lejos de Berlín, en Francia, Valeo está buscando compradores para tres de sus fábricas en el país solo por salvaguardar más de un millar de puestos de trabajo. Todas las opciones están sobre la mesa y en la compañía no descartan la posible compra del negocio por parte de una empresa china. En el caso español, Gestamp se muestra confiada en mantener el impulso de su negocio eléctrico, ya que en sus últimos resultados mostró que el 23% de las ventas proceden del vehículo eléctrico y avanzó que esperaba llegar al 50% en 2027.
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