El Gobierno brasileño subastará el 28 de septiembre próximo los derechos para explotar cuatro áreas petroleras en el codiciado presal, las gigantescas reservas descubiertas en aguas muy profundas del océano Atlántico, informó el Consejo Nacional de Política Energética.
El consejo, un organismo que reúne a representantes de varios ministerios, incluyó en la nueva subasta dos áreas que iban a ser subastadas el 28 de marzo antes de que el Tribunal de Cuentas de la Unión (contraloría) vetara su cesión y dos áreas del presal que ya generaban interés entre las grandes multinacionales del sector.
La subasta tan sólo depende de la aprobación del presidente de la República, lo que la Agencia Nacional del Petróleo (ANP, regulador) considera como un hecho.
Será la quinta vez que Brasil ofrecerá a las multinacionales la oportunidad de adjudicarse derechos para explotar el presal, un horizonte de explotación en aguas muy profundas ubicado por debajo de una capa de sal de dos kilómetros de espesor y cuyas gigantescas reservas pueden convertir al país en uno de los mayores exportadores mundiales de crudo.
Igualmente será la segunda subasta de áreas del presal prevista para este año debido a que para el 7 de junio está programado un primer concurso en que serán ofrecidos derechos sobre cuatro áreas.
Por contar con enormes yacimientos ya probados de hidrocarburos en el presal, Brasil no ofrece licencias para explotar estas reservas en el régimen de concesión, en el que la petrolera paga por el derecho y se apropia de toda la producción, sino en el de régimen de sociedad, en que, además de pagar por el derecho, el vencedor de la subasta tiene que compartir el crudo que extraiga con el Estado.
El vencedor de las subastas por derechos en el presal es la empresa que se comprometa a darle la mayor participación de su producción al Estado.
En la subasta de junio serán ofrecidas licencias para la exploración y la explotación de las áreas conocidas como Itaimbezinho, Tres Marias, Dois Irmãos y Uirapuru, ubicadas en las cuencas marinas de Campos y de Santos, frente al litoral de los estados de Río de Janeiro y Sao Paulo.
En la subasta del 28 de septiembre, por su parte, serán ofrecidos los derechos sobre las áreas Saturno, Tita, Pau-Brasil y Sudoeste de Tartaruga Verde, igualmente ubicadas en las cuencas de Campos y de Santos.
La petrolera estatal Petrobras, a la que la legislación le da prioridad en la explotación del presal, tendrá un plazo de 30 días para manifestar si está interesada en algunas de las áreas ofrecidas y si pretende explotarla en la condición de compañía operadora o tan sólo como integrante de un consorcio con otras petroleras.
Hasta ahora Brasil solo ha otorgado licencias para la explotación de seis áreas en el presal.
La primera subasta fue realizada en octubre de 2013, cuando el Gobierno concedió derechos sobre un yacimiento a un consorcio integrado por la brasileña Petrobras (40 %), la francesa Total (20 %), la británica Shell (20 %) y las corporaciones chinas CNPC (10 %) y CNOOC (10 %).
Las otras seis áreas fueron subastadas en octubre del año pasado en un concurso en el que recaudó 6.150 millones de reales (unos 1.921,875 millones de dólares) por las licencias que ofreció a diferentes consorcios, tres de los cuales encabezados por Petrobras y los otros tres liderados por Shell.
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