El hidrógeno verde se ha convertido en un pilar fundamental de la estrategia europea para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y alcanzar los objetivos de neutralidad de carbono para 2050. Producido a través de la electrólisis del agua utilizando energía renovable, el hidrógeno verde es una fuente de energía limpia que puede utilizarse en una variedad de sectores, desde la industria hasta el transporte.
Sin embargo, la cuestión de cómo transportar eficazmente este hidrógeno a los lugares donde se necesita ha sido objeto de debate durante mucho tiempo. Algunos argumentan que los actuales gasoductos de gas natural podrían adaptarse para transportar hidrógeno, mientras que otros sostienen que se requiere una infraestructura completamente nueva.
La Comisión Europea parece ser que ha optado por esta última opción. Al menos así lo refleja en el último informe publicado por el organismo, llamado Hydrogen's impact on grids: Impact of hydrogen integration on power grids and energy systems. Esta red se construiría específicamente para transportar hidrógeno y se diseñaría para garantizar la seguridad y la eficiencia del transporte de este gas limpio.
Sin una red de hidrógeno, la mezcla de hidrógeno en la red de metano puede ser una solución transitoria. Sin embargo, "la mezcla reduce el valor del hidrógeno en términos económicos y de eficiencia". Además, el producto mezclado, teniendo en cuenta el objetivo de descarbonización del uso del vector hidrógeno, "sólo puede utilizarse con fines térmicos (quema de combustible). De hecho, en caso de que se necesite hidrógeno puro, hay que separarlo del metano con gran esfuerzo" añaden desde el ETIP SNET (European Technology & Innovation Platforms y Smart Networks for Energy Transition).
Técnicamente, la mezcla es posible hasta un cierto umbral que se está debatiendo en estos momentos. Como cambia la calidad del gas, "hay que tenerlo muy en cuenta, por un lado, para las aplicaciones de uso final sensibles a la calidad y, por otro, para la infraestructura (red de gas y almacenamientos)". Por ello, si es posible, "el hidrógeno debería integrarse primero en una red de hidrógeno" detallan en el informe**.**
Integración
Como se indica en el reciente “Paquete de descarbonización de los mercados de hidrógeno y gas”, de diciembre de 2021, la nueva propuesta tiene como objetivo garantizar una planificación de redes más integrada entre las redes de electricidad, gas e hidrógeno para hacer que el desarrollo de infraestructura energética sea más rentable y permitir intercambios transnacionales de información sobre el uso de los sistemas de transmisión.
Una planificación integrada multisectorial de este tipo permitiría planificar de manera óptima la infraestructura de modo que, por ejemplo, los electrolizadores estén bien ubicados sin causar posibles cuellos de botella y congestiones en la red, y que la energía se transporte a través de infraestructuras de electricidad e hidrógeno de manera rentable.
Además, dos de los principales objetivos del paquete de descarbonización del mercado del hidrógeno y el gas, que se relacionan con el impacto en las redes, son: permitir el desarrollo de una infraestructura y un mercado dedicados al hidrógeno, permitiendo que el hidrógeno se convierta en un componente clave del sector energético; y fomentar una planificación de redes más integrada entre las redes de electricidad, gas e hidrógeno.
Reutilización
Un estudio reciente llamado Study on the reuse of oil and gas infrastructure for hydrogen and CCS in Europe, destinado a entidades clave del gas y el petróleo en Europa, analizó aproximadamente la mitad de la longitud total de los oleoductos en alta mar y aproximadamente el 30% de los oleoductos y gasoductos en tierra.
En el caso del hidrógeno, se llegó a la conclusión de que la mayoría de los gasoductos marinos pueden reutilizarse para el H2 y que, en tierra, cerca del 70% de la longitud total de los gasoductos puede reutilizarse teniendo en cuenta el estado actual de los conocimientos/normas. La longitud restante de las tuberías es prometedora para la reutilización, pero requeriría más pruebas y/o la actualización de las normas para ser reutilizable.
Asimismo, se llegó a la conclusión de que, en función de las hipótesis de localización de la demanda/producción, la longitud mínima reutilizable de las conducciones marítimas de hidrógeno se sitúa entre el 2% y el 25%. Por lo que se refiere a los gasoductos terrestres, la longitud mínima reutilizable para el hidrógeno oscila entre el 20% y el 30%, en función de las hipótesis de demanda y producción adoptadas.
Akiles202
07/09/2023