El rápido aumento de la abundante energía solar de bajo coste está provocando que los costes mayoristas de la electricidad en Australia alcancen niveles mínimos históricos a mediodía. Sin embargo, los hogares australianos siguen viendo cómo aumentan sus facturas de energía, debido a factores como el incremento de los precios del carbón y el gas, los cortes de suministro en centrales eléctricas obsoletas y el aumento de los costes de la red, según un reciente informe de IEEFA.
El debate político sobre cómo abordar el aumento de los costes energéticos se ha centrado en gran medida en soluciones erróneas. Entre ellas se incluyen subvenciones puntuales para las facturas de electricidad y deliberaciones sobre si ralentizar la implantación de energías renovables a gran escala en favor de alternativas (que, en la mayoría de los casos, aumentarían los precios de la electricidad).
Estos debates ignoran el hecho de que las facturas de energía no solo dependen del precio de la energía, sino también de la cantidad de energía que consumimos. Y reducir la energía que los hogares consumen de la red (y utilizarla de forma más inteligente) es una de las formas más eficaces de reducir los costes energéticos.
Los hogares que queman gas en sus casas están desperdiciando cantidades significativas de energía para satisfacer sus necesidades básicas, al igual que los que viven en casas con un rendimiento térmico deficiente y los que dependen de aparatos eléctricos ineficientes.
Mejoras energéticas en los hogares
Además, aunque muchos hogares australianos disponen ahora de paneles solares en el tejado, estos no pueden aprovechar todo su potencial cuando la demanda de energía se concentra por la tarde o se satisface quemando gas.
Este informe presenta los resultados del nuevo modelo del IEEFA, que concluye que las mejoras energéticas en los hogares, incluyendo electrodomésticos eficientes, paneles solares en el tejado y baterías, podrían reducir las facturas energéticas de los hogares en más de un 90 % en muchas regiones.
Estos ahorros se basan en un hogar típico y representativo de cada capital. Aunque la situación y los patrones de consumo energético de cada hogar son diferentes, los resultados muestran que es posible reducir considerablemente las facturas energéticas mediante mejoras energéticas en los hogares. Estas mejoras podrían constituir el núcleo de una estrategia para reducir a la mitad las facturas energéticas de los hogares.
Las mejoras energéticas en los hogares también benefician a otros usuarios de energía, al reducir la demanda de gas en períodos de restricción y la demanda máxima de electricidad en la red. Esto puede dar lugar a una reducción de los costes de generación y, en teoría, a una reducción de los costes de la red.
Como beneficio adicional, las mejoras energéticas en los hogares ofrecen una forma especialmente económica de reducir las emisiones. Las mejoras modeladas en este informe no solo reducirían el consumo energético global, sino que desplazarían el consumo eléctrico a períodos en los que la energía solar es abundante y la intensidad de las emisiones de la producción eléctrica es menor.
En algunas regiones, como Victoria, una transición mal gestionada del gas a los electrodomésticos eficientes podría dar lugar a un aumento a largo plazo de la demanda de electricidad en invierno. Si bien el abandono del gas por parte de los hogares es muy beneficioso para reducir los déficits previstos en el suministro de gas y las emisiones de gases de efecto invernadero, también crea la necesidad de considerar cómo gestionar los picos de demanda en invierno. Las baterías, las mejoras térmicas de la envolvente y el precalentamiento son opciones eficaces para gestionar esta situación.
Mejoras rentables
Muchas mejoras energéticas en los hogares son muy rentables para las familias actuales, especialmente cuando cuentan con el apoyo de descuentos federales o estatales.
Aunque las baterías residenciales tienen períodos de amortización más largos que otras mejoras, la combinación de los nuevos descuentos federales y las reducciones de costes previstas en el futuro las harán cada vez más atractivas. Serán aún más rentables si se valora adecuadamente su contribución a la red durante las horas punta.
El aprovechamiento de la capacidad de las baterías de los vehículos eléctricos es una oportunidad sin explotar especialmente importante, si se desbloquean las capacidades de vehículo a hogar y de vehículo a red mediante las normas y regulaciones adecuadas.
Las viviendas con envolventes térmicamente eficientes ofrecen los menores costes de funcionamiento y las mayores oportunidades para reducir la demanda máxima. Esto incluye el precalentamiento y el preenfriamiento de la vivienda, lo que proporciona algunas de las ventajas de una batería a una fracción del coste.
A pesar del atractivo financiero de las mejoras energéticas en los hogares, muchos hogares, incluidos los inquilinos o las personas con bajos ingresos, no tienen capacidad para llevarlas a cabo. Además, incluso los consumidores que pueden invertir en mejoras energéticas en sus hogares están sujetos a la “racionalidad limitada”, una barrera que a menudo se pasa por alto en las políticas de eficiencia energética.
Aumentar los estándares mínimos de rendimiento energético para fomentar el cambio de aparatos de gas o eléctricos ineficientes a alternativas eléctricas eficientes es una solución convincente. La nueva legislación para eliminar gradualmente los sistemas de agua caliente a gas en Victoria es un ejemplo de enfoque para lograrlo, y existe la oportunidad de revitalizar el programa federal de eficiencia energética de los equipos.
A corto plazo, los incentivos financieros desempeñan un papel fundamental para reducir el obstáculo del coste inicial para los consumidores y ampliar la capacidad de la industria para realizar mejoras. Sin embargo, el enfoque actual de los incentivos es fragmentario.
Victoria y Nueva Gales del Sur han implementado incentivos generales para la mejora energética de los hogares, pero existe la necesidad de implementar versiones nacionales más completas de estos programas, que podrían complementarse con programas específicos de los gobiernos estatales donde aportaran beneficios adicionales.
La reforma de los precios no es la única solución, pero es fundamental para garantizar que los consumidores tengan acceso a planes de electricidad justos que recompensen sus contribuciones a la red, sin imponerles expectativas poco realistas de convertirse en comerciantes de energía.
Por último, las mejoras energéticas en los hogares tendrán consecuencias importantes para las redes de distribución de gas y electricidad, ya que podrían reducir la dependencia general de ambas redes, al tiempo que ofrecen oportunidades para utilizar las redes de distribución de electricidad de forma más eficiente.
Esto ofrece la oportunidad de reducir los costes de la red para los consumidores. Sin embargo, es necesario revisar los principios básicos de la regulación de la red eléctrica para garantizar que esos beneficios se traduzcan en mejores resultados para los consumidores.
Recomendaciones
1 Los gobiernos federal y estatales deben comprometerse a reducir a la mitad las facturas energéticas de los hogares durante la próxima década.
Esto debe basarse en una hoja de ruta para implementar las tecnologías discutidas en este informe, acompañada de una vía política para llevarlas a cabo.
2 Deben ampliarse y aumentarse las normas mínimas de rendimiento energético para desincentivar la instalación de aparatos de gas o eléctricos ineficientes, y fomentar la instalación de aparatos eléctricos eficientes y flexibles.
3 Debería implementarse un plan nacional integral de incentivos para la mejora energética.
Esto podría implicar la ampliación a todo el país de los planes de incentivos de Victoria y/o Nueva Gales del Sur, o la ampliación y extensión del Plan Federal de Energía Renovable a Pequeña Escala.
El plan debería apoyar medidas de flexibilidad de la demanda, extenderse más allá de 2030 y considerar una amplia gama de enfoques de financiación equitativos.
4 Deberían ofrecerse a los consumidores estructuras de precios de la electricidad más justas que recompensen de forma razonable los esfuerzos por reducir la demanda máxima.
Esto debería incluir tarifas mejoradas y centrales eléctricas virtuales bien diseñadas y reguladas que apoyen los intereses de los consumidores y de la red. Esto debería considerarse fundamental para la revisión en curso de los precios de la electricidad por parte de la Comisión Australiana del Mercado Energético.
5 Debería llevarse a cabo una revisión de los principios básicos de la regulación económica de las redes de gas y electricidad.
Esta revisión debería estar dirigida por un panel independiente con experiencia en regulación económica, política de competencia y recursos energéticos para los consumidores.
La revisión debería reevaluar el enfoque de recuperación de costes de las redes energéticas para reflejar de manera justa la disminución del valor de algunos activos (como la base de activos de la red de distribución de gas), al tiempo que se proporcionan los incentivos adecuados para apoyar una mayor aceptación de los recursos energéticos por parte de los consumidores.
Frank
15/07/2025