30 años ya del mayor accidente nuclear de la historia de la humanidad. Chernóbil, una ciudad perdida en la estepa rusa, desconocida para la gran mayoría del planeta, se colaba en el ránking de las ciudades más desgraciadas de la historia junto a otras como Pompeya, Hiroshima, Nagasaki, Valdivia, etc. Años más tarde se han unido por desgracia otras localizaciones como Fukushima, Haití o Tailandia.
La propia naturaleza, fallos técnicos, errores humanos. Da igual. Chernóbil ha sido una de las mayores catástrofes mundiales. Hoy se cumplen 30 años de aquella tragedia. El reactor número 4 de la central hacía aguas y la radiación se expandió por la zona como si se tratase un virus maligno. Llegó a miles de kilómetros. Algo de culpa tuvo el viento, pero la inacción fue lo que hizo que se propagase tanto la radiación.
El mundo se quedaba boquiabierto de escuchar en la TV o en la radio las informaciones que llegaban del accidente. Pocas imágenes o ninguna de lo que realmente allí pasaba. Todo el mundo se temía lo peor. Era la primera vez que ocurría algo así en territorio occidental. Y no se hablaba de radiación desde las bombas atómicas de Japón.
Pero pasaron los años y Chernóbil pasó al olvido. En fechas como la de hoy de años atrás se volvía a recordar pero poco más. Los afectados se contaban por miles. Las imágenes de niños con gravísimos problemas médicos. Eran impactantes. Pero como las de los 'negritos de África', se olvidaron muy pronto.
Sí, fue Fukushima la que revivió a Chernóbil. Si no llega a suceder el maremoto en Japón y el consecuente accidente nuclear en la central de Fukushima, casi nadie se acordaría de Chernóbil. Probablemente, si no hay Fukushima, en Alemania seguirían abiertas las centrales nucleares. Y eso que Chernóbil está infinitamente más cerca que el país del sol naciente.
Volvió Chernóbil a nuestra mente. Las imágenes revoloteaban de nuevo por nuestras cabezas. Esos niños. Esos afectados. La central hecha trizas. Dantesco panorama. Y ahora se entremezclaban con las de los japoneses que lo habían perdido todo. 11 se marzo de 2011. El mundo vivía en directo una catástrofe nuclear. Pero claro, cogía muy lejos.
En el año 1986, a pesar de Chernóbil, se activaron 24 reactores nucleares en el mundo. Un año más tarde se pusieron en funcionamiento otros 21. A partir de 1990 ya se construían menos. El año que más se ponían 10. ¿Importó Chernóbil? Viendo estas cifras más bien poco. El mayor accidente nuclear no afectó a la industria. O no tanto como si sucediera un Chernóbil pasado mañana.
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