La reciente decisión de China de retirar los subsidios a las energías limpias y reducir la asignación de cuotas a nuevas plantas solares ha dañado a las compañías renovables del país, que están sufriendo esta semana fuertes caídas en bolsa.
La Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo (CNRD), el Ministerio de Finanzas y la Administración Nacional de Energía anunciaron a finales de la semana pasada la paralización de la asignación de cuotas a nuevas granjas de energía solar para intentar reducir la sobrecapacidad del país en este sector.
Además, el Gobierno ha reducido los subsidios a la producción de energías limpias en 0,05 yuanes por kilovatio hora, es decir, una bajada de entre el 6,7 y el 9 % dependiendo de la región de China, una medida en vigor desde el pasado viernes.
El objetivo principal que persigue el Gobierno con estos movimientos es doble. Por un lado, busca contener el abultado déficit que provoca la concesión de subsidios, que a finales del año pasado se calculaba ya en 100.000 millones de yuanes (15.600 millones de dólares, 13.200 millones de euros).
Por otro, quiere promover un desarrollo sostenible del sector, su calidad y capacidad de funcionar sin subsidios, según explicó al anunciar la medida.
No obstante, el impacto en las compañías del sector ha sido por el momento negativo, con graves caídas en bolsa esta semana, en el entorno del 20 %, y pronósticos negativos de analistas que prevén una fuerte reducción de la instalación solar en China.
Gloria Lu, analista de crédito de la agencia de calificación estadounidense Standard & Poor's, advierte de que "los productores de paneles solares sufrirán a corto plazo debido al recorte de nuevas capacidades, dado que esto reducirá la demanda de paneles", lo que, sin embargo, contribuirá a la "consolidación de la industria".
El consumo de energía en China está creciendo muy rápido, siendo el país que más rápidamente ha incrementado su capacidad fotovoltaica frente a otras fuentes de energía como parte de su estrategia para combatir los elevados niveles de contaminación.
China alcanzó el año pasado el récord de 53 gigavatios de energía solar instalados, lo que supuso un incremento anual del 51 % respecto a 2016, pero según los expertos este año será de solo 30 gigavatios.
"El recorte del subsidio debería frenar las instalaciones este año, pero se traducirá en una erosión mayor del precio y una desviación de costes, que en última instancia llevará a una transición hacia la paridad de red", sostiene en un análisis Norbert Rücker, responsable de Macroeconomía y Materias Primas de Julius Baer.
Además, teniendo en cuenta el impacto que la proliferación de vehículos eléctricos va a tener en el consumo de otras fuentes de energía como el petróleo, China ve a las renovables como un área clave, de ahí que su decisión haya sido recibida con sorpresa por los expertos.
El mercado pronostica que cuando la industria de las renovables esté consolidada se llegará a una eliminación completa de los subsidios, que actualmente suponen un 50 % de los ingresos de las compañías solares chinas.
"A largo plazo esperamos una eliminación completa de los subsidios gubernamentales y que haya un proceso de subasta para los nuevos proyectos, a fin de fomentar la competitividad de la energía solar frente a otras energías", vaticina la experta de S&P.
Rücker, por su parte, lamenta que el ajuste va a tener un impacto mundial en el mercado de energías limpias, "porque China representa más de la mitad del mercado global de energía solar" y pronostica que esta industria no seguirá creciendo.
A pesar de ello, cree que seguirá siendo un sector "competitivo", con una gran trayectoria de dar rentabilidad de forma sostenida a los inversores.
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