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El sector energético se enfrenta a importantes desafíos macroeconómicos y a una creciente presión para reducir costes. La cadena de suministro es uno de los principales focos de preocupación: las compañías buscan acortar sus rutas logísticas y minimizar el riesgo de retrasos en la entrega de productos. A esto se suma la dificultad para atraer talento, ya que cada vez más jóvenes dudan en orientar su carrera hacia un sector que no consideran sostenible con el medio ambiente.

Aunque no existe una solución única para todos estos problemas, sí hay formas de mejorar la eficiencia y reducir costes. Y muchas de ellas están ocultas en los enormes volúmenes de datos que generan las operaciones, desde los pozos de perforación hasta las estaciones de servicio. La inteligencia de procesos permite identificar los puntos en los que los procesos están bloqueando el valor, facilitando así su optimización y promoviendo un crecimiento real en el sector del petróleo y el gas.

Esta tecnología optimiza tanto las operaciones upstream como downstream mediante el análisis de los eventos que generan los sistemas que gestionan procesos clave como la producción, la cadena de suministro, la gestión de activos, el ciclo de compras o la facturación. La inteligencia de procesos crea un “gemelo digital” de la operativa, revelando oportunidades de mejora en aspectos tan variados como la facturación o el mantenimiento.

Digitalización del sector

Este conocimiento resulta crucial para avanzar en la digitalización del sector y eliminar los silos que aún persisten en muchas organizaciones. Además, aporta a la inteligencia artificial el contexto de negocio necesario para que su aplicación sea realmente útil. Combinando ambas tecnologías, las empresas energéticas pueden prepararse para un futuro más inteligente.

La transición hacia fuentes de energía más sostenibles es otro reto cada vez más apremiante. El sector no solo debe hacer sus propias operaciones más sostenibles y exigir lo mismo a sus proveedores, sino que también debe potenciar la comercialización de fuentes de energía con menos emisiones a través de sus redes de distribución.

En este contexto, encontrar nuevos emplazamientos para perforar se vuelve más complejo, lo que obliga a que cada operación upstream sea extraordinariamente eficiente. La dirección de estas compañías debe mantener los máximos estándares de eficiencia, con el foco puesto en la contención de costes y en evitar fugas de liquidez.

La automatización juega aquí un papel fundamental. La inversión en digitalización ha crecido notablemente en el sector, y la inteligencia de procesos es clave para garantizar que los procesos internos se automaticen con eficacia. Al ofrecer una visión global de las operaciones, esta tecnología permite identificar las causas de los cuellos de botella, incluso en procesos complejos como la facturación.

El papel de la IA

Por ejemplo, puede detectar automáticamente pedidos antiguos que aún no se han facturado, acelerando así el proceso, o comprobar que los clientes están abonando el importe completo de las facturas. Al final del ciclo “Cash-to-Cash”, la combinación de inteligencia de procesos e IA puede identificar facturas duplicadas, descuentos no aplicados, incumplimientos contractuales o notas de crédito olvidadas por parte de proveedores.

Antes, estas tareas requerían informes manuales costosos y difíciles de actualizar, lo que complicaba la mejora continua. Ahora, gracias a la visibilidad total sobre los procesos en tiempo real, los responsables pueden detectar ineficiencias, diseñar planes de acción y ejecutarlos. Así, la inteligencia de procesos también ayuda a mejorar el flujo de caja, ofreciendo datos actualizados sobre consumo y reposición que permiten ajustar los stocks de seguridad allí donde realmente se necesitan.

En un contexto de creciente incertidumbre económica, infraestructuras envejecidas y una presión cada vez mayor para avanzar en sostenibilidad, las empresas del sector energético deben apostar por un enfoque más inteligente y basado en datos si quieren mantenerse competitivas. La inteligencia de procesos les permite detectar ineficiencias, simplificar operaciones y reducir costes a lo largo de toda la cadena de valor, desde el mantenimiento hasta la gestión de inventario.

Abandonar los informes estáticos y dar paso a una plataforma que ofrece información en tiempo real y capacidad de respuesta es el camino para mejorar el rendimiento hoy y construir una organización más resiliente, sostenible y preparada para el futuro.

Diederick Badon Ghijben es Industry Principal, Oil & Gas en Celonis

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