En medio de la actual crisis energética, Croacia está impulsando el desarrollo de las infraestructuras necesarias para convertirse en un centro regional de distribución de hidrocarburos (gas y petróleo), para contribuir así a reducir las dependencias de Rusia.
Para ello, el país adriático está ampliando la explotación de sus oleoductos y duplicando las capacidades de regasificación.
"Croacia puede convertirse en un nodo energético y comercial de importación de petróleo y gas para toda la región de Europa Central, Este y Sudeste, a través del mar Adriático", explica a Efe Igor Dekanic, profesor emérito de la Facultad Minero-Geológica de Zagreb.
Ampliar la terminal de GNL de Croacia
El país, desde 2013 miembro de la Unión Europea, pretende duplicar en dos años la capacidad de la terminal flotante de gas natural licuado (GNL) "LNG Croatia", situada en la isla de Krk, hasta 6,1 millardos de metros cúbicos (bcm) anuales.
Inaugurada en 2021, la terminal dispone de una Unidad Flotante de Almacenamiento y Regasificación (FSRU, por su sigla en inglés).
Además, el gobierno conservador croata planea construir un nuevo tramo de 60 kilómetros del gasoducto que une Zlobin (al oeste) y Bosiljevo, en el centro norte del país.
"El proyecto tiene importancia extraordinaria en el contexto de respuesta a la actual crisis energética y los esfuerzos europeos para reducir la dependencia del gas ruso", dijo recientemente el primer ministro, Andrej Plenkovic.
Distribución de los hidrocarburos
"Croacia necesita anualmente, en total, unos 3 bcm de gas, de modo que la ampliación a 6,1 bcm cobra proporciones de un proyecto regional", explicaron a Efe fuentes del ministerio de Economía croata.
Indicaron que el nuevo tramo del gasoducto aumentará la capacidad de la interconexión con los países vecinos Eslovenia y Hungría.
Además, cerca del 40 % (unos 600 millones de metros cúbicos por año) del abastecimiento gasístico proviene de yacimientos nacionales, y el país recurre asimismo a compras en el exterior, por lo que quedaría un amplio margen para exportar gas natural desde Krk.
Dekanic estima que entre el 65 % y 75 % de los 6,1 bcm anuales "estará disponible para Eslovenia, Hungría, Bosnia-Herzegovina" y otros países.
Actualmente, la dependencia del gas proveniente de Rusia es de cerca del 90 % en Hungría y del 100 % en Bosnia-Herzegovina.
Por otra parte, Croacia está conectada también con la red italiana de gasoductos, de forma que por medio de ese sistema puede importar gas desde Argelia, resalta el experto.
Según datos de la Comisión Europea, la demanda de gas natural en la UE es de unos 400 bcm por año.
En 2021, 13 países miembros importaron unos 80 bcm de GNL, siendo España la que más, con 21,1 bcm, seguida de Francia (18,3 bcm), Italia (9,3 bdm), Holanda (8,7 bcm) y Bélgica (6,5 bcm).
El crudo ruso
Por otro lado, el "Oleoducto Adriático" (Jadranski naftovod, o Janaf), que también parte Omisaljjj en Krk y transporta crudo a través de 759 kilómetros de tuberías, cuenta con un considerable potencial, ya que hasta ahora ha funcionado muy por debajo de sus capacidades.
"Janaf no está explotado al máximo. Se trata de una capacidad que sobrepasa con creces las necesidades de Croacia. Yo diría que es idónea para esta situación en la que Europa se encuentra después del ataque de Rusia a Ucrania", dice Dekanic.
Según el ministerio de Economía croata, Janaf podría transportar 20 millones de toneladas de crudo al año.
"Su actual capacidad hacia Hungría es de 11,4 millones de toneladas al año, de modo que puede satisfacer todas las necesidades petrolíferas de Hungría", asegura el ministerio en un comunicado.
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