El Gobierno de Cuba se ha comprometido ante Naciones Unidas a que el 26% de la generación eléctrica de la isla proceda de fuentes renovables para 2035 y que para ese año el 70% de los nuevos vehículos matriculados en el país sean eléctricos.
Así lo indicó una publicación difundida este martes el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que recoge los compromisos de la última Contribución Nacionalmente Determinada (CND) de Cuba.
Cuba se encuentra sumida en una grave crisis energética, con prolongados apagones diarios por todo el país, y ha apostado la solución al petróleo nacional, el gas acompañante y a un plan de instalación de cerca de un centenar de pequeños parques solares distribuidos por toda la isla.
En los últimos tres meses se han puesto en marcha los primeros ocho parques fotovoltaicos, con una potencia instalada de unos 20 megavatios (MW) cada uno. El último debería sincronizar con el sistema eléctrico nacional para 2031, según los planes gubernamentales.
En la actualidad las renovables suponen menos del 10% del mix energético de Cuba, que depende en gran medida del petróleo nacional para las centrales termoeléctricas, y de diesel y fueloil (de importación) para los motores de generación distribuida.
Las renovables y las emisiones de Cuba
La CND cubana también recoge la determinación de La Habana de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del sector azucarero (tratamiento de residuos) y de la ganadería vacuna.
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