Daniel Pérez (Zunder): "Recargar un coche hoy puede ser tan sencillo y rápido como repostar"

Volvemos a encontrarnos con Dani Pérez, CEO de Zunder, tras nuestro primer acercamiento en el VEM, donde ya anticipamos su visión transformadora sobre la movilidad eléctrica. En aquella ocasión, nos desgranó los retos iniciales de la compañía y su apuesta por una red de carga fiable y accesible, pero hoy profundizamos en su trayectoria personal, las innovaciones técnicas que diferencian a Zunder y los planes de expansión que consolidan su liderazgo en Iberia.

Desde sus primeras odiseas probando coches eléctricos a finales de 2016 (con autonomías limitadas y tarjetas de recarga de ayuntamientos como único salvavidas), fundó Easy Charger, que evolucionó a Zunder por su potencia evocadora. Con más de 1.300 puntos y 200 estaciones en España, la empresa prioriza fiabilidad, software propio ágil y cobertura real: el 82-84% de autovías cada 200 km para libertad total de viaje.

En esta entrevista exclusiva para El Periódico de la Energía, Pérez detalla cómo el eje principal de la empresa siempre es y será el usuario, así como de la interoperabilidad europea, los pagos sin fricciones con la ZCard o la integración de la tarjeta de crédito en sus terminales. Una conversación sobre el futuro de la recarga que impulsa la transición eléctrica en España.

El Periódico de la Energía: ¿Por qué decides meterte en el mundo de infraestructura de carga y cómo lanzas Easy Charger?

Daniel Pérez: A finales de 2016, comienzos de 2017, me puse a probar coches eléctricos porque me gustaban y soy un friki de la tecnología. Grababa vídeos en YouTube para que me dejaran coches pero como todo está centralizado en Madrid y yo vivía en Palencia, pues empecé a comprobar la odisea que era aquel proceso sobre todo porque las autonomías eran inferiores a los 200 km. Más aún cuando encima quería hacer una escapada a Santander, algo que me limitaba bastante.

Pero no era el único escollo ya que las complicaciones también surgían a la hora de buscar puntos de carga o de poder adquirir las tarjetas de los diferentes municipios (tenía una funda de cámara repleta de ellas), pues en algunos te exigían estar empadronado para poder utilizarlo o realizar trámites burocráticos de manera presencial.

A raíz de eso, se me ocurre que hace falta algo que simplifique el proceso uso de un vehículo eléctrico, al tiempo que intentar paliar la desinformación que había alrededor del mismo, tanto en materia de puntos de carga como del estado del mismo (si estaba libre, ocupado, en funcionamiento…). Ahí vimos la oportunidad de negocio, más aún cuando confiábamos en que todo lo relacionado con lo eléctrico iba a acabar llegando.

Con la ayuda económica de un amigo, nos pusimos a desarrollar el software y ponerlo a la venta pero al inicio vimos que no había mucha intención de pagar por él, sino que lo que se quería era hacer el greenwashing, es decir, que apareciera la foto del político de turno o del directivo y que se viera el punto de carga, pero nada más. Por eso, además del software, decidimos desarrollar la infraestructura de carga, recaudamos dinero, hicimos un par de crowdfunding, tiramos de amigos, de gente y conseguimos parte del dinero para construir la infraestructura y empezar a funcionar.

EPE: ¿En qué momento cambias el nombre a Zunder?

D.P: Hay dos factores que nos llevan a pasar de EasyCharger a Zunder. Uno es el crecimiento y la internalización de la compañía. Queríamos un nombre más potente, que fuera más fácil de pronunciar y no tener que deletrear siempre. El otro, que Easy Charger (yo incluso pensé en dejarlo en español “Carga fácil) es un nombre que se montó inicialmente con un objetivo, hacer fácil la carga, pero una vez que lo consigues necesitábamos un nombre que no fuera tan descriptivo, sino evocativo, que trasladara la fuerza, la potencia a la alta velocidad y así es como surgió el nombre de Zunder. De hecho todos los socios confirmaron que esta nueva identidad sí transmitía fuerza, ganas. Y ese fue el motivo de cambio de nombre.

EPE: En este tiempo, ¿qué habéis aportado diferente al panorama de recarga en España?

D.P: El punto clave es, sin duda, la fiabilidad, la potencia y la disponibilidad. Es un todo. Montamos estaciones pensando en usuario porque es lo que a mí, como propietario de coche eléctrico, me gustaría encontrar y aunque a veces no se puede conseguir todo, vamos a ver qué podemos tener: el mayor número de puntos de carga, que estos tengan una potencia alta, que sea fáciles de usar y que no den muchos problemas. Pero incluso si los dan (los problemas), que tengas la facilidad de poder solucionarlos rápidamente.

Escuchamos al usuario, tanto que todo equipo directivo viajamos siempre en eléctrico y saben cuáles son los problemas a los que enfrentarse, nos ponemos en su piel y damos las soluciones según las vamos viendo. Nos preocupamos de que lo que hacemos, tiene una utilidad.

EPE: ¿Qué planes tenéis para mantener esa ventaja en mercado con más competidores?

D.P: Mantenemos nuestra cuota de mercado porque seguimos innovando y un factor diferencial es el software, ya que nacimos como empresa de software y ahora lo comercializamos fuera, gestionando miles de cargadores. El desarrollo es interno y ágil: si paro en una estación y algo falla (incluso si tarda 1,5 minutos en vez de 40 segundos), llamo al CTO y lo resolvemos.

Todo el equipo recoge esa experiencia para unificar y optimizar el software. El problema habitual es que las fábricas o proveedores externos trabajan por paquetes y presupuestos largos: cierras uno, esperas el siguiente. Nosotros, como propietarios de la infraestructura, sufrimos los problemas diarios y los solucionamos con eficiencia. Por ejemplo, ante cargadores que se cuelgan (el reset estándar falla) integramos PLC en los cuadros eléctricos: probamos varios modelos, elegimos el mejor e integramos el apagado/encendido remoto de cualquier equipo. Esto reduce el 70-80% de visitas técnicas ya que en pocos minutos somos capaces de recuperarlo e incluso el propio usuario ve la reacción real (el cargador se apaga y enciende), logrando una tasa de confianza mayo.

Además, toda la atención al cliente es interna y personal. No automatizamos ni contratamos a personal externo que lee guiones genéricos. Nuestros agentes atienden incidencias de coches eléctricos a diario, conocen los problemas y si algo se repite dos o tres veces, van al departamento de programación para ver cómo se puede solucionar de la manera más rápida posible. Ahora tenemos ese valor añadido; con 4 o 5 millones de coches, quizá evolucione, pero nosotros seguiremos evolucionando día a día para que el usuario viva con calma y llega con tranquilidad a la estación de carga.

EPE: ¿El desarrollo del software que comercializáis es propio? ¿A quién va dirigido y cuáles son los objetivos a plazo?

D.P: Sí, lo comercializamos fuera y el desarrollo es 100% propio. Tenemos dos tipos de clientes: los CPO, operadores de recarga públicos o privados en España y Europa; y corporaciones cuyo negocio no es la carga, pero la incluyen (como parkings que la ofrecen gratis o con coste para complementar su actividad, o inmobiliarias con edificios de oficinas y plazas para inquilinos). Gestionamos el consumo para no exceder la potencia del edificio y evitar saltos en la factura. En este ámbito también incluimos gasolineras o estaciones de movilidad: ya sea su negocio principal o adicional con uno a tres cargadores.

Ofrecemos diferentes niveles de servicio: básico, con panel propio, o monitorizado, donde avisamos a su mantenimiento. Es el mismo software para todos, con capas que se activan o desactivan en función de las necesidades. La clave es que solo hay una sola rama de desarrollo en la que tienes diferentes opciones que pueden activar o desactivarse, mientras que otras empresas hacen un software por cliente, con miles de versiones y, claro, miles de problemas que hay que gestionar. Con nosotros, cualquier cliente que use nuestra plataforma tendrá siempre la misma gestión que empleamos nosotros, pero, obvio, adaptado a su marca.

EPE: Habéis superado los 1.300 puntos y más de 200 estaciones en España. ¿Cuál es vuestra hoja de ruta para expandiros y cuáles son los objetivos prioritarios para los próximos años?

D.P.: Mantenemos nuestra posición de líderes en Iberia, dando más capilaridad en la península para cubrirla toda, pero reforzándonos en zonas donde ahora faltan cargadores o donde hay un uso más intensivo. En el apartado internacional, queremos crecer en Francia, un mercado más maduro, con más eléctricos, pero con menos autovías y en el que el tráfico fronterizo es tan continuo como natural. Esto mismo sería extrapolable a Portugal, aunque el movimiento transfronterizo es mayor con Francia por ser la puerta a Europa y necesitamos esa exposición geográfica para crecer con seguridad y no depender de un solo mercado.

En lo relativo al norte de África, no entra en nuestros planes sencillamente porque el ferry rompe esa fluidez de la que hablamos con las fronteras rodadas. Nuestro plan llega hasta 2027-2028 sin contexto allí y el escenario de 2030 lo vemos todavía lejano así que vamos paso a paso. El mercado es vivo y evoluciona; en España hemos crecido fuertemente este año, mientras que en Francia vamos bien, pero buscamos seguir sumando.

EPE: ¿Tenéis planeado ampliar alianzas con fabricantes u otros operadores?

D.P: Claro, atraer clientes es clave para vender energía, ya sea por nuestra plataforma o colaboradores. El usuario final compra el coche, así que alianzas con fabricantes son esenciales; con operadores también, para cubrir zonas donde no llegamos tan bien. No pasa nada: lo importante es que el cliente adopte los eléctricos con libertad de movimiento.

No queremos cautivar, en nuestra red damos el mejor servicio; donde no, colaboramos con partners de confianza. Tenemos interoperabilidad con casi todos los operadores de España y gran parte de Europa. Recientemente viajé a Francia solo con la ZCard: pagué en hoteles y autovías sin descargar apps ni lidiar con idiomas o verificaciones bancarias. Eso es servicio real: sencillez total, sin complicaciones.

EPE: La experiencia de pago y acceso con la ZCard os ha impulsado. ¿Estáis trabajando en alguna evolución o satisface ya las necesidades del cliente?

D.P: La ZCard es fundamental, pero hemos avanzado en el pago con tarjeta de crédito incorporando datáfonos en los terminales para que todo sea más intuitiva y sencilla de emplear. Al final es lo que hablábamos al principio, que la experiencia de uso sea fácil, sin limitaciones ni datos extra o sobrecostes porque tanto si lo haces desde la app como desde la tarjeta el precio va a ser siempre el mismo.

Luego, es cierto que con la ZCard o a través de la app tú puedes contratar diferentes suscripciones para obtener descuentos, pero eso ya es a voluntad del usuario, sobre todo si es recurrente. Nosotros lo que hemos ofrecido es un amplio abanico de posibilidades. Es como tener un coche de combustión: vas a la gasolinera, pagas con tarjeta y sigues tu camino.

EPE: ¿Qué valoración haces de la nueva ley de movilidad sostenible en Thunder?

D.P.: Prefiero no opinar. Al final, últimamente todas las reformas se consensuan tano que no sale nada.

EPE: Ante las estimaciones de que acaben circulando 5 millones de vehículos eléctricos para finales de década, ¿qué papel jugáis las empresas de recarga para que sea realista llegar a esos más de 100.000 puntos de recarga en España?

D.P.: Lo he dicho muchas veces: hay dos medidas clave. Primero, los descuentos directos a la compra, no como el MOVES que solo adelantan algunos fabricantes para particulares. Segundo, el catalizador real para empresas: desgravación fiscal del 100% para los eléctricos durante 10 años, como ocurre en Bélgica. Así conseguirías que las empresas eliminasen los modelos de combustión de un día para otro.

Para los puntos de carga, el número es insignificante, no importa si hay 100.000 o un millón, lo que necesitamos es que haya cobertura en todo el país y cobertura real, es decir, que para llegar a los números tú puedes instalar 2.000 cargadores en un parking subterráneo y otros 2.000 en otro, con potencias eso sí de entre 7 y 22 kW, pero así no solucionas el problema real porque lo tengo que trasladarle al usuario es que no va a tener problema alguno para cargar si decide realizar largas distancias.

Nosotros cubrimos el 84% de las principales autovías españolas con puntos situados cada 200 km. Teniendo en cuenta que los coches de hoy en día te permiten recorrer entre 300 y 600 km sin problema, vas a viajar con total libertad. Si a eso le sumamos el resto de operadores, seguro que llegamos a cubrir casi el 100%. No hay que mirar el número de puntos de carga, sino la cobertura que se da y hoy por hoy es más que suficiente para que podamos movernos con libertad.