Los planes de Elon Musk y del resto de fabricantes del sector automovilístico para inundar el mercado de coches eléctricos y, de esta manera, reducir o incluso poner fin al consumo de gasolina y diésel, amenazan con poner en problemas también a otro mercado: el del platino.
Con el cambio por parte de los consumidores, la demanda del metal -que es indispensable en la eliminación de gases tóxicos de los tubos de escape- está disminuyendo. Y con el escándalo del fraude de las emisiones de Volkswagen, que ha afectado al diésel, el panorama es cada vez más sombrío. Incluso Arabia Saudí se está preparando para una era post-petróleo.
“Representa una amenaza a largo plazo para el platino; los vehículos eléctricos no necesitan platino en absoluto”, dijo Marc Elliot, analista de Investec Plc, a Bloomberg. Este analista anticipa un período de transición con vehículos híbridos durante unos 10 años -que podrían utilizar platino- y opina que lo más probable es que los vehículos con baterías eléctricas acaben por dominar el mercado. El año pasado, casi una de cada dos onzas de platino utilizadas en todo el mundo se vendieron al sector del automóvil, procedentes de minas principalmente de Sudáfrica y Rusia.
Los gobiernos ofrecen subsidios a los conductores para que cambien de vehículo y los fabricantes lanzan modelos menos costosos y con capacidad para cubrir mayores distancias. Los clientes hicieron cola, literalmente, para registrar sus pedidos cuando Musk en marzo presentó el Model 3, que cuesta 35.000 dólares, mientras que Chevrolet venderá este año el Bolt, un coche eléctrico de 37.500 dólares, que puede cubrir unos 320 kilómetros (200 millas) con una sola carga.
Alemania, el principal mercado de automóviles de Europa, anunció el mes pasado un paquete de incentivos de 1.200 millones de euros (unos 1.400 millones de dólares), de los que el 25% irían destinados a una red de recarga de alta velocidad en todo el país. En Estados Unidos, los consumidores reciben un crédito fiscal de7.500 dólares por parte del Gobierno.
“Ya no se trata solamente de Tesla”, dijo Andrew Miller, analista de Benchmark Mineral Intelligence Ltd. en Londres. “Se está produciendo una expansión importante en el sector de fabricación de baterías en China, Corea y Japón”. Miller anticipa que los vehículos totalmente eléctricos representarán un 5% del mercado de los automóviles para 2020.
No obstante, el ocaso de la industria no es inminente ni está asegurado. Los productores y fabricantes de automóviles están investigando alternativas de pilas de hidrógeno que utilizan platino, lo que podría suponer un desafío a los actuales coches eléctricos. El metal podría seguir formando parte de la mezcla energética más allá de 2050, con aplicaciones en tecnologías híbridas, según la Agencia Internacional de la Energía.
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