La imputación del presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, por los encargos de la compañía al excomisario José Manuel Villarejo sacude de nuevo a un IBEX 35 que, en los últimos años, sigue de cerca las investigaciones de la Audiencia Nacional sobre varias de sus principales cotizadas.
Con Sánchez Galán ya son cuatro los presidentes -o antiguos líderes- de grandes empresas españolas salpicados por esta presunta trama en la que, antes que él, ya se han visto involucrados Francisco González (ex BBVA), o más recientemente, Isidro Fainé (ex CaixaBank) y Antonio Brufau (Repsol).
A excepción de Fainé y Brufau, que están siendo investigados por los mismos hechos, cada uno de ellos encabeza una de las infinitas piezas separadas en las que se encuentra dividida la causa sobre los negocios del excomisario.
Personajes distintos, diferentes proyectos pero, en el fondo, relatos similares, según se desprende de los respectivos autos de imputación dictados por el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, en los que se aprecia un mismo hilo conductor: los presuntos delitos de cohecho y revelación de secretos.
SÁNCHEZ GALÁN
En el escrito, conocido este miércoles, el titular del juzgado central de Instrucción número 6 atiende la petición de la Fiscalía Anticorrupción y acuerda investigar al presidente de Iberdrola para tratar de esclarecer si la eléctrica contrató a Villarejo para que realizara labores de espionaje.
Abierta a finales de 2019, esta pieza separada número 17 investiga si los servicios del excomisario incluían espiar a un juez, infiltrarse en plataformas contrarias a los intereses de la compañía u hostigar a miembros del comité de empresa de la central nuclear de Cofrentes.
Otro de los perjudicados habría sido el presidente de ACS y del Real Madrid, Florentino Pérez, personado como acusación particular después de que se publicase que Iberdrola contrató a Villarejo para chantajearlo y frenar la intención de la constructora de estar en su consejo de administración.
Ahora el juez accede a la solicitud de la Fiscalía e investiga, además de a Sánchez Galán, al director general de negocios de Iberdrola, Francisco Martínez Córcoles; al que fuera presidente de Iberdrola España Fernando Becker; y al ex jefe del Gabinete de Presidencia Rafael Orbegozo, todos por delito continuado de cohecho activo, contra la intimidad y falsedad en documento mercantil.
En dos investigaciones internas, una abierta en noviembre de 2018 y otra, en julio de 2019, Iberdrola -segunda empresa española por capitalización bursátil- concluyó que se había contratado a Villarejo entre 2004 y 2017, pero para 17 servicios de tipo ordinario y propios de la Dirección de Seguridad Corporativa.
BRUFAU Y FAINÉ
También están investigados, aunque en la pieza número 21, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, y el que fuera su homólogo en CaixaBank Isidro Fainé, por el llamado "proyecto Wine", desarrollado entre 2011 y 2012.
En concreto, se analiza si Repsol y CaixaBank acudieron a Villarejo para desarticular "una estrategia de sindicación" del expresidente de Sacyr Luis del Rivero "para asociarse con Pemex" y conseguir "casi un tercio" de las acciones de la petrolera.
En su interrogatorio, ambos reconocieron haber acordado investigar el movimiento de la constructora y Pemex sobre Repsol por el "peligro" que suponía, aunque rechazaron que en aquel momento conocieran que el excomisario se iba a hacer cargo de esos servicios.
Como Iberdrola, Repsol defiende que, tras revisar los "exhaustivos trabajos internos" sobre la contratación de los servicios del grupo Cenyt, de Villarejo, "no existe conducta ilícita o contraria al Código de Ética y Conducta por parte de ningún consejero, directivo o empleado de la compañía, actuales o pasados".
BBVA y FG
Más avanzada aún se encuentra la novena pieza de la causa, en la que figura, entre otros, el expresidente del BBVA Francisco González.
Sus orígenes se remontan a 2004, cuando el banco habría encargado una serie de tareas a Cenyt para frenar el intento de Sacyr -el primer gran movimiento empresarial de la constructora de Del Rivero, previo al de Repsol- de tomar el control del BBVA.
González negó ante el juez haber participado en la contratación de esta empresa, así como haber tenido conocimiento de ello hasta mayo de 2018.
A diferencia del resto de investigados, que se mantienen en su cargos (en el caso de Fainé, al frente de la Fundación Bancaria La Caixa y de la patronal bancaria CECA), González renunció temporalmente a la presidencia de honor de la entidad a raíz de las pesquisas.
LA CAUSA SALTA AL MERCADO
Desde que saltara a la prensa el caso BBVA, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), a través de las comunicaciones de las compañías, ha sido un testigo más de las pesquisas.
Conscientes del riesgo reputacional, no ya por haber sido imputados sino por la naturaleza de la causa en sí, las empresas han transmitido por esta vía algunos de los hitos más importantes.
Entre los ejemplos está Repsol, que reiteró la confianza en su presidente y el resto del equipo una vez conocida la investigación, o de manera más reciente, Iberdrola, que puso a disposición del juez a toda su cúpula para esclarecer los hechos y lamentó que sus competidores aprovecharan la situación para desprestigiarles.
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