El consumo de carbón en Alemania continuó su tendencia a la baja en 2024, ayudando a reducir las emisiones de CO2 perjudiciales para el clima del país, dijo el grupo de investigación del mercado energético AG Energiebilanzen (AGEB) basándose en datos preliminares.
En los nueve primeros meses de 2024, el consumo de hulla en las centrales eléctricas para generar electricidad cayó un 39% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Esto se debió a un descenso general de la generación de electricidad, un aumento de la producción de electricidad a partir de energías renovables y un aumento de la compra de electricidad a países vecinos. El consumo de lignito cayó un 14,5%.
Menos uso de carbón
El descenso en el uso del carbón ahorró 20 millones de toneladas de CO2 en los tres primeros trimestres de 2024, lo que supone un descenso del 4,5% en comparación con el mismo periodo del año anterior. AGEB prevé un descenso del 3,3% de las emisiones de CO2 relacionadas con la energía en todo el año.
El consumo total de energía también continuó descendiendo y alcanzará un nuevo mínimo anual desde la reunificación de Alemania en 1990, según las previsiones de AGEB para lo que queda de año. Los investigadores esperan que el consumo descienda a 10.453 petajulios (PJ), un 1,7% menos que el año pasado.
Caída de la economía
El estancamiento de la economía alemana es uno de los principales motores del descenso del consumo energético. «Los importantes descensos de la producción en las industrias manufacturera y de transformación no pudieron compensarse con el reciente aumento de la demanda energética en los sectores industriales especialmente intensivos en energía», señaló AGEB. Además, el paso a las renovables en la producción de electricidad supuso que se desperdiciara menos energía, por ejemplo, en forma de calor en las centrales eléctricas fósiles.
Alemania sigue figurando entre los países europeos con mayor intensidad de emisiones de gases de efecto invernadero en la generación de electricidad, en gran parte debido a su consumo relativamente alto de carbón. Sin embargo, la cuota del carbón en la generación de electricidad de la mayor economía de Europa se ha reducido más de la mitad desde 1990, hasta aproximadamente el 25% en 2023, mientras que las energías renovables suministran ahora más de la mitad de la electricidad del país. La energía nuclear se eliminó el año pasado.
El país ha legislado para eliminar por completo el carbón en 2038 a más tardar, pero los elevados precios del CO2 en el Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión (RCCDE) podrían suponer el fin del combustible unos años antes. En cuanto al consumo total de energía, Alemania sigue dependiendo en gran medida de los combustibles fósiles, ya que el petróleo predomina como combustible para el transporte y se utiliza mucho gas fósil para calefacción y en la industria.
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