EEUU demuestra que las centrales eléctricas virtuales son muy reales

El Departamento de Energía de Estados Unidos (DoE) ha publicado la segunda entrega de su serie Pathway to Commercial Liftoff sobre centrales eléctricas virtuales (VPP), en la que Wood Mackenzie ha participado como proveedor de datos clave para el informe, contribuyendo con previsiones a nivel estatal de la capacidad DER (recursos de energía distribuida), así como la escala y la ubicación de los despliegues VPP hasta la fecha.

El informe sobre el despegue de las VPP llega en un momento crucial para el sector eléctrico estadounidense, en el que las compañías eléctricas se enfrentan a un crecimiento de la carga sin precedentes en la era moderna y apuestan por el gas natural como única solución a corto plazo. “Esta perspectiva pasa por alto lo obvio: esa capacidad existe a su alrededor, en la flexibilidad de los aires acondicionados, los vehículos eléctricos, las enfriadoras comerciales y decenas de otros recursos de los clientes, que pueden aprovecharse en una VPP con unas pocas llamadas a la API. Las VPP no son la solución milagrosa a la demanda de los centros de datos, pero son una parte esencial de una solución integral”, explica Ben Hertz-Shargel, responsable mundial de Grid Edge de Wood Mackenzie.

El informe Liftoff ofrece ejemplos reales de despliegue de VPP y destaca más de 60 recursos del DOE y del sector para empresas de servicios públicos y reguladores (incluidos el informe de mercado de VPP 2024 de WoodMac, las perspectivas DER 2024 y Missing money for DERs). Los despliegues incorporan estrategias reproducibles que otros pueden emplear para acelerar la adopción y utilidad de las VPP.

“Estas estrategias son muy necesarias. Como se pone de manifiesto en el cuadro de mando de las VPP para 2024 de Wood Mackenzie, aunque las VPP han alcanzado una escala impresionante con respecto a varias métricas clave, sigue habiendo áreas de inmadurez”, añade Hertz-Shargel.

En particular, la tasa de vinculación de los DER a los VPP sigue siendo baja. Aunque la relación entre la capacidad de las VPP y la capacidad instalada de los DER es de casi el 20%, la gran mayoría de la capacidad de las VPP procede de cargas comerciales e industriales (C&I) flexibles, en lugar de DER dedicados.

“Para hacer frente a este reto será necesario simplificar y mejorar la propuesta de valor al cliente. También será necesario abrir los programas de las empresas eléctricas y del mercado mayorista de Estados Unidos a más tipos de DER”, dice Hertz-Shargel.

En la actualidad, estos programas siguen estando limitados por los diseños de los programas de las empresas de servicios públicos y las normas de participación en el mercado mayorista que -incluso teniendo en cuenta las reformas previstas en la Orden 2222 de la FERC- erigen barreras a la participación residencial y de las pequeñas empresas e industrias.

Como muestra la figura siguiente, el 80% de los programas de las empresas de servicios públicos están abiertos a un único tipo de DER, como los termostatos inteligentes o las baterías C&I. (De hecho, la mayoría están limitados a un único tipo de DER y a un conjunto específico de OEM de ese tipo de dispositivo.) Pero en el caso de los programas en los que una entidad de servicio de carga (LSE), como una empresa de servicios públicos o un minorista de energía, adquiere capacidad de un proveedor VPP, sin tener en cuenta de qué tecnologías se trata, la proporción de agregaciones multitecnología aumenta drásticamente. “Este tipo de modelo no sólo aumentaría las tasas de adhesión a VPP, sino que desbloquearía la innovación de los agregadores, liberándoles para trabajar con los socios de dispositivos que deseen e inscribir a los clientes como consideren oportuno”, añade Hertz-Shargel.

Una de las cifras más impactantes del Informe Liftoff superpone los recuentos de implantación de VPP a nivel estatal de WoodMac con el número de desarrollos políticos progresistas en ese estado. Demuestra la importancia de una política sólida para que el mercado VPP se desarrolle adecuadamente y del coste de la inacción. “En un momento en que las empresas de servicios públicos necesitan una solución global para hacer frente a un crecimiento de la carga sin precedentes, no podemos permitirnos la inacción”, concluye Hertz-Shargel.