Los efectos favorables de la pandemia de coronavirus en muchos de los objetivos de transición energética de Alemania en 2020 son solo temporales, según dice la consultora McKinsey en su _Índice Energiewende _bianual , que rastrea el progreso de la transición energética alemana.
“El principal impulsor de la mejora en el último semestre no fue el progreso real en la implementación de la transición energética, sino los efectos de las medidas para combatir el COVID-19”, dijo el coautor del informe, Thomas Vahlenkamp.
Las emisiones generales de gases de efecto invernadero, por ejemplo, "con toda probabilidad volverán a su nivel anterior a la crisis" debido a la recuperación económica esperada, dijo McKinsey. Lo mismo ocurre con la reducción del consumo de energía primaria , impulsada principalmente por la reducción de la actividad económica.
La consultora dio la evaluación más positiva desde la introducción del índice en 2012. McKinsey dijo que diez de los 15 objetivos de transición energética para 2030 elegidos por la consultora aún son alcanzables de manera realista, pero seis de ellos están al borde del fracaso, como el efecto invernadero, la emisiones de gases y el uso de la energía.
Los únicos objetivos realistas son la participación de las energías renovables en el consumo de energía, los costos de energía de los hogares, las capacidades de importación alemanas y los pocos cortes de energía.
En su edición anterior del índice en septiembre de 2020, McKinsey dijo que la pandemia había retrasado muchos proyectos de energías renovables y particularmente ralentizado el despliegue de la energía eólica.
El brote de coronavirus ha provocado una caída sin precedentes de la actividad económica en muchos países del mundo, lo que ha provocado una caída anual de las emisiones globales de gases de efecto invernadero en 2020 que no se había visto desde la Segunda Guerra Mundial .
Al mismo tiempo, la pandemia generó preocupaciones de que la acción climática y otras políticas ambientales pudieran ser dejadas de lado en intentos apresurados de prevenir una recesión profunda. Sin embargo, los programas de estímulo en Alemania y Europa a menudo han colocado la acción climática en el centro de los esfuerzos para "reconstruir mejor".
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