El propietario de la central de carbón, el inversor estadounidense Riverstone, recibirá una subvención de 212,5 millones de euros por el cierre de la central eléctrica de carbón de Onyx en Rotterdam. Así lo anunció el secretario de Estado saliente de Asuntos Económicos y Clima, Danil Yesilgöz.
El gabinete venía discutiendo el cierre con la compañía desde hace tiempo, porque ahorra una cantidad significativa de emisiones de dióxido de carbono cada año. El gabinete ve este paso como necesario para lograr los objetivos planteados en la demanda que había iniciado el grupo activista Urgenda.
“Paso a paso, estamos eliminando gradualmente las centrales eléctricas de carbón en los Países Bajos y haciendo que nuestro suministro de energía sea más limpio”, dice Yesilgöz. "En los próximos años, las tres centrales eléctricas de carbón restantes seguirán siendo necesarias para suministrar electricidad cuando haya una gran demanda, por ejemplo, en períodos de poco viento y sol".
El gobierno condiciona el subsidio a que Riverstone elabore un plan social “adecuado” para las decenas de empleados. La compañía ha dicho que quiere destinar 23 millones de euros para ello. Según el sindicato FNV, se necesitan 35 millones de euros.
Riverstone solicitó una compensación de 240 millones de euros en 2020 por el cierre. Según fuentes internas, la empresa habría pagado 200 millones de euros por la planta hace unos años. Tras dos investigaciones externas por parte del gabinete, el acuerdo ha llegado a 212,5 millones de euros.
Si se cumplen todas las condiciones, Riverstone debe dejar de quemar carbón en dos meses y desmantelar la planta en tres años
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