Política energética

El 'paquete de invierno' se hace esperar: después de dos años y medio solo se ha aprobado una directiva (y el resto tiene mala pinta)

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El 30 de noviembre de 2016 la Comisión Europea presentaba en sociedad el paquete de medidas sobre energía limpia, "Clean Energy for All", más conocido como 'paquete de invierno'. En él se incluían ocho propuestas legislativas además de otras normativas. Desde entonces el proceso ha sido lento hasta la exasperación. Tanto es así que, después dos años y medio, solo ha sido posible la aprobación definitiva de una sola directiva, la de Eficiencia Energética de Edificios, y hace escasamente una semana.

Con su aprobación por parte del Consejo Europeo se concluye la última etapa del procedimiento legislativo. El Reglamento se publicará en el Diario Oficial de la UE y entrará en vigor a los 20 días de su publicación, con un periodo de transposición de 20 meses en los estados miembros.

El resto siguen en proceso. A pesar del éxito de aprobar una única Directiva, está claro que las negociaciones sobre las demás directivas y regulaciones del paquete están siendo muy difíciles entre los países miembro. El Parlamento Europeo y el Consejo Europeo, antes de de ponerse de acuerdo sobre cómo deberá ser el Mercado Europeo de la Energía, deberán decidir cuál es su postura respectivamente.

El Parlamento ya lo ha hecho sobre los objetivos de la Directiva de Renovables y de la de Eficiencia Energética, los elementos troncales del futuro energético europeo, pero también sobre la Regulación sobre la Gobernanza de la Energía y la Directiva para el diseño de un mercado interior de la electricidad. Son las cuatro principales propuestas legislativas, pero quedan otras tres que Europa también debe definir cuanto antes: la normativa sobre el mercado interior de electricidad, la normativa sobre ACER (Agencia para la Cooperación de Reguladores de Energía) y el reglamento sobre la preparación frente a los riesgos con el sector de la electricidad.

Por el momento, a excepción de la aprobada sobre eficiencia energética de los edificios, solo dos textos se encuentran actualmente en etapas avanzadas de negociación: la Directiva sobre normas comunes para el mercado interior de la electricidad

y el Reglamento sobre el mercado interior de la electricidad.

Según ha podido saber este diario por fuentes europarlamentarias, precisamente la directiva más controvertida, la de Energía Renovable, podría tener una reunión definitiva en el próximo mes de junio, ya que los gobiernos de los países representados en el Consejo Europeo estarían dispuestos a apoyar un objetivo del 30% para 2030, pese a la resistencia de países como España, que ha mantenido hasta ahora una de las posiciones más conservadoras, la del 27%.

Los precios del gas, la diversificación de las fuentes, la seguridad energética y las renovables fueron los temas principales de la reunión de los ministros de Energía europeos celebrada en Sofía el pasado 14 de mayo, y fue allí donde se acercaron las posturas.

De ser así, el Parlamento Europeo también deberá ceder en sus posiciones en los trílogos, y negociar a la baja lo que aprobó en enero pasado, el 35% no vinculante, pero más cercano a su posición que la inicial. Pero no lancemos campanas al viento, esta negociación podría dilatarse en el tiempo. "Europa se enfrenta a un trilema energético, debe compensar entre tres áreas que chocan entre ellas", señalan las fuentes, "debe buscar el sentido del equilibrio entre la seguridad energética, la equidad energética y la sensibilidad medioambiental".

El 'paquete de invierno' también contenía otros documentos legislativos menores pero que también deben ser objeto de discusión entre el Parlamento, la Comisión y el Consejo Europeos: una comunicación sobre un plan de trabajo de diseño ecológico 2016-2019, una comunicación sobre la aceleración de la innovación en energía limpia, una comunicación sobre una estrategia europea sobre sistemas de transporte cooperativos e inteligentes, informes separados sobre los precios y los costes de la energía en Europa y la aplicación del Programa Europeo de Energía para la Recuperación (EEPR) y el Fondo Europeo de Eficiencia Energética.

Esta lentitud tiene un efecto muy negativo para la política energética española, porque Nadal ha repetido en numerosas ocasiones que hasta que no estén aprobados los objetivos europeos para 2030, nuestro país no contará con una Ley de Transición Energética, una hoja de ruta que todos los sectores afectados están pidiendo como agua de mayo.

Similar a esta regulación, la Comisión Europea también tiene como objetivo aprobar un nuevo paquete para finales de 2018. Éste incluiría, entre otras cosas, medidas de Ecodiseño y etiquetado energético revisadas para iluminación, pantallas, refrigeradores domésticos , lavaplatos y lavadoras, la revisión de las regulaciones de Ecodiseño de motores y ventiladores y las propuestas de Ecodiseño y Etiquetado de energía para refrigeración comercial.

Pero también el 'paquete de movilidad', del que la Comisión Europea acaba de presentar sus propuestas.  Está compuesto por una serie de medidas legislativas y planes de acción que tienen el objetivo de modernizar el sistema europeo de transportes a través de medidas para reducir las emisiones contaminantes de los vehículos, fomentar un tráfico más seguro y conseguir las soluciones tecnológicas más avanzadas.

A las instituciones europeas se les acumula el trabajo.

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