El pleno del Parlamento Europeo ha aprobado nuevas medidas que apuestan por la renovación de los edificios de la Unión Europea para garantizar la máxima eficiencia energética en las construcciones comunitarias en el año 2050. El texto, que salió adelante con 546 votos favorables, 35 en contra y 96 abstenciones, tiene como objetivo recortar entre un 80% y 85%, en relación al nivel de 1990, el volumen de emisiones contaminantes. Los edificios son responsables del 40% del consumo de energía y del 36% de las emisiones de CO2 en la UE.
Para ello, la nueva norma, fruto de la revisión de una directiva anterior, obligará a los Estados miembros a desarrollar estrategias nacionales a largo plazo para la renovación de sus edificios, tanto públicos como privados.
Para el eurodiputado Bendt Bendtsen (Partido Popular Europeo), esta norma es una señal clara del compromiso con los objetivos internacionales de lucha contra el cambio climático y la determinación europea de avanzar hacia una Unión Energética. "El sector de la construcción juega un papel clave. Ofrecemos certidumbre a los inversores de que la renovación de edificios es un área prioritaria", ha sostenido.
“La Unión Europea ha aprobado una reforma ambiciosa de la eficiencia energética en los edificios, al mismo tiempo que permite cumplir con el Acuerdo climático de París , ofrece a la ciudadanía europea la oportunidad de vivir en hogares saludables, eficientes y más asequibles", ha dicho por su parte Florent Marcellesi, eurodiputado de EQUO y ponente alternativo del Grupo Verdes/ALE para la revisión de la Directiva Europea de Eficiencia Energética en los Edificios, "la renovación profunda de las viviendas europeas es una oportunidad extraordinaria para reducir tanto las emisiones de CO2 como la pobreza energética, que sólo en España ya afecta a más de 5 millones de personas".
La directiva introduce disposiciones para fomentar la movilidad eléctrica con la ubicación de al menos un punto de recarga en aquellos inmuebles con más de diez plazas de aparcamiento y la instalación de cableado para la recarga.
Por otra parte, se endurecen también las normas sobre inspección de los sistemas de calefacción y refrigeración, y los edificios nuevos y aquellos renovados en los que se sustituyan los sistemas de calefacción, deberán contar con dispositivos automáticos para regular la temperatura.
Además, está prevista la creación de una herramienta, denominada "indicador de inteligencia", para medir la capacidad de los edificios para mejorar su funcionamiento y su interacción con el sistema según las necesidades de sus ocupantes, reduciendo así el uso de energía.
El texto, que entrará en vigor 20 días después de ser aprobada por el Consejo, es la primera de las ocho propuestas incluidas en el paquete sobre Energías limpias, presentado por la Comisión en noviembre de 2016, que el Parlamento aprueba en primera lectura.
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