No es un secreto que el parque vehicular español es uno de los más envejecidos de todo el Viejo Continente. En concreto, la edad media de nuestros coches está casi rozando los 15 años, circunstancia que no solo afecta en materia de seguridad sino, principalmente, en el medio ambiente. Este ha sido otro de los puntos destacados del último Observatorio de Movilidad realizado por Arval en el que además de confirmar la confianza de los usuarios ante el coche eléctrico una vez que lo prueban, en esta 16ª edición también se ha avisado del preocupante estado del parque móvil nacional.

Y es que según sus estimaciones y teniendo en cuenta el crecimiento experimentado en el 2023, con un 1,7% más de coches circulando por nuestras carreteras (y no precisamente nuevos), lo que ha implicado el mayor crecimiento del último lustro, para el año 2027 es probable que haya nada menos que 30 millones de coches rodando.

Más medidas para renovar

Los particulares se resisten a cambiar de vehículo y mantienen la posesión el mayor tiempo posible, ya que más del 75% de los vehículos transferidos en 2023 se situaron por encima de los diez años. Esto provoca que haya un amplísimo número de coches con un elevado potencial contaminante ya que hoy por hoy un 26% del parque automovilístico no entran dentro de las etiquetas medioambientales.

El principal problema es para ellos mismos, ya que no pueden circular por las Zonas de Bajas Emisiones. Sin embargo, el principal problema es que muchos de ellos pertenecen a familias con bajos recursos económicos que no puede afrontar la compra de un coche nuevo, menos ahora que el precio medio tanto de los coches nuevos como los de ocasión sigue subiendo. Por otro lado, la lenta implementación de las ZBE tampoco está empujando a una renovación del parque: de los 149 municipios afectados por esta normativa (+500.000 habitantes**) solo 14 municipios habían implementado** ZBE operativas en diciembre de 2023. Se espera que en 2024 este proceso se acelere y muchos conductores se vean obligados a renovar su vehículo.

Esto provoca que los modelos de energías alternativas solo suponen el 3,8% del parque actual de vehículos. Esta cuota aumenta ligeramente en la segmentación por turismos (4,6) y desciende al 1,2% en los comerciales ligeros, una categoría en la que los vehículos diésel copan el 95% del parque.

Merma en la seguridad

En el otro lado de la balanza está el hecho de que sigue habiendo millones de vehículos con estándares de seguridad ya desfasados, que son más propensos a causar accidentes al no incorporar sistemas de asistencia a la conducción; y que también generan más lesiones y víctimas cuando se accidentan. En palabras del propio Pere Navarro, Director General de la DGT durante el Arval Mobility Observatory: “el mismo siniestro con un vehículo de menos de 5 años te puede salvar la vida, saldrás ileso, mientras que con un vehículo antiguo tendrá graves consecuencias. En concreto, el riesgo de fallecer o resultar herido grave se multiplica por dos al comparar los accidentes ocurridos con vehículos de 10 a 15 años de antigüedad, en relación con vehículos de menos de 5 años. Con las cifras de siniestralidad del año 2022 se observa claramente como la antigüedad media de los turismos en los que viajaban los fallecidos en accidentes era de 14,8 años en el caso de accidentes en vías interurbanas y de 15,4 en vías urbanas mientras que la antigüedad media del parque circulante de turismos era de 11,8 años”.