Los trabajadores ucranianos de la antigua planta nuclear de Chernóbil, en el norte de Ucrania y controlada por las tropas rusas, han comenzado a rotar después de haber pasado casi un mes sin abandonar la instalación, informó este domingo el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
En un comunicado, la agencia de la ONU responsable de velar por el uso pacífico de la energía nuclear precisa que la mitad de la plantilla de Chernóbil pudo "finalmente" regresar a sus hogares y ser sustituida "por otro personal ucraniano".
El personal de esa planta donde en 1986 se produjo el mayor accidente nuclear de la historia llevaba trabajando sin descanso desde el 23 de febrero, la víspera del inicio de la invasión rusa de Ucrania y del día en el que las tropas rusas atacaron y se hicieron con el control de la antigua central.
Después de haber expresado en los días pasados su preocupación por la situación de los operadores de Chernóbil, el director general del OIEA, Rafael Grossi, "acogió con satisfacción la noticia de la rotación parcial del personal", que comenzó esta mañana, señala la nota.
Grossi destacó la importancia de las tareas que estaban realizando esos trabajadores en la gestión de residuos radiactivos de la planta accidentada, "en condiciones inmensamente estresantes y agotadoras, en presencia de fuerzas militares extranjeras y sin un descanso adecuado".
La "difícil situación" que ha afrontado el personal de Chernóbil durante las últimas semanas "ha puesto en peligro uno de los siete pilares indispensables de la seguridad nuclear" que expuso Grossi a principios de mes, y que establece que "el personal de explotación debe poder cumplir sus funciones de seguridad y protección, y tener la capacidad de tomar decisiones sin presiones indebidas".
El director general sigue manteniendo consultas para acordar un marco de asistencia del OIEA con el fin de garantizar la seguridad de las instalaciones nucleares de Ucrania, señala la nota.
Con respecto a la situación de la central de Zaporiyia, en el sur del país, la reparación de dos conexiones eléctricas ha permitido aumentar progresivamente la producción de energía hasta alcanzar dos tercios de su capacidad máxima, de unos 1.000 megavatios de electricidad.
Al igual que Chernóbil, esa planta, la mayor de Europa, está controlada por las fuerzas rusas (desde el 4 de marzo), mientras que el personal que trabaja en ella es ucraniano.
Zaporiyia dispone ahora de tres líneas eléctricas externas de alta tensión, incluida una de reserva, y el regulador del país reiteró que sus sistemas de seguridad están en "pleno funcionamiento pleno".
La situación es normal en las otras tres centrales nucleares operativas de Ucrania.
"Ocho de los 15 reactores que hay en el país siguen funcionando" y los niveles de radiación en todas las centrales están "en el rango normal", precisa el OIEA.
En cuanto a la transmisión de datos a distancia de los sistema de vigilancia, el OIEA señala que la situación es la misma que la del sábado, a saber, que sigue sin recibir en su sede en Viena los datos de Chernóbil, mientras que la transmisión es regular desde las cuatro plantas operativas.
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