El panorama energético mundial está atravesando una profunda transformación. El sector del petróleo y el gas sigue desempeñando un papel dominante en la matriz energética, pero las fuentes renovables están ganando terreno rápidamente. La próxima década ofrece oportunidades significativas y desafíos formidables para las compañías petroleras nacionales (NOC), que se encuentran en una encrucijada crucial en la que los precios del petróleo fluctúan, aumentan las tensiones geopolíticas y se acelera la transición energética mundial. La forma en que respondan a estas dinámicas complejas determinará su capacidad para mantener el liderazgo, seguir siendo competitivas, garantizar la seguridad energética de sus países e influir en la conversación energética mundial a largo plazo.
El petróleo y el gas seguirán siendo cruciales para la matriz energética mundial en el futuro
Más de la mitad del consumo actual de petróleo (alrededor de 105 millones de barriles por día) persistirá hasta 2050, según Rystad Energy
El petróleo y el gas seguirán siendo cruciales para la matriz energética mundial en el futuro previsible, a pesar del crecimiento de las energías renovables. Se espera que la demanda de petróleo alcance su pico máximo en la próxima década, pero las proyecciones indican que más de la mitad del consumo actual de petróleo (alrededor de 105 millones de barriles por día) persistirá hasta 2050. Esta demanda duradera brinda estabilidad a las empresas estatales, pero deben navegar en un mercado moldeado por la volatilidad de los precios, los cambios geopolíticos y la creciente presión para descarbonizarse.
Los precios siguen siendo una incertidumbre a corto plazo
“Las perspectivas de los precios del petróleo siguen siendo una de las principales incertidumbres a corto plazo. Las señales del mercado sugieren que en 2025 podríamos vivir un escenario similar al de 2015, cuando los precios mundiales del petróleo se desplomaron significativamente (debido al exceso de oferta) hasta situarse por debajo de los 30 dólares por barril en el hemisferio norte a principios de 2016”, dice Anne Britt Høydal, directora de segmento Gobiernos y Petroleras Nacionales de Rystad Energy.
Si esta tendencia se mantiene, los países de la OPEP podrían verse obligados a aplicar fuertes recortes en la producción para estabilizar los precios, lo que obligaría a las empresas petroleras nacionales a vigilar de cerca estas fluctuaciones y a ajustar sus estrategias para mantener la rentabilidad y garantizar la estabilidad a largo plazo.
En la actualidad, las empresas petroleras nacionales dominan el sector mundial del petróleo y el gas, y representan el 50% de la producción mundial de petróleo y gas. Estas organizaciones controlan algunas de las reservas de petróleo y gas más competitivas del mundo, lo que les proporciona una clara ventaja en un mercado energético cada vez más volátil.
El futuro de la producción de energía estará determinado por los productores con los costos más bajos y con las emisiones de carbono más bajas. En este sentido, las empresas petroleras nacionales están excepcionalmente bien posicionadas. Muchas de ellas explotan algunos de los yacimientos más rentables del mundo, lo que les permite mantener su competitividad incluso cuando aumentan las presiones para reducir la huella de carbono.
La expansión internacional de las NOC se ha acelerado en los últimos años. Muchas de ellas, ante la disminución de las reservas internas y el aumento de la demanda mundial, se aventuraron más allá de sus fronteras nacionales, en particular hacia regiones como África, Asia y Sudamérica. Esto ayudó a mantener sus niveles de producción a largo plazo y fortaleció su posición como actores dominantes en el sector energético mundial. Sin embargo, la expansión internacional también introduce un nuevo conjunto de desafíos, y las NOC deben sortear riesgos geopolíticos complejos, regulaciones locales y diferencias culturales.
Adaptarse al cambio
Sin embargo, no se puede ignorar el cambio global hacia la energía renovable y baja en carbono. Las empresas estatales se enfrentan a la necesidad de adaptarse o corren el riesgo de quedar obsoletas, ya que los gobiernos y las empresas de todo el mundo se comprometen a reducir las emisiones de carbono. En respuesta a este desafío, muchas de estas empresas están diversificando sus carteras invirtiendo en energía solar, eólica e hidrógeno como formas de reducir su dependencia de los combustibles fósiles. Esta diversificación ayuda a las empresas estatales a aprovechar nuevos mercados en crecimiento y garantizar que sigan siendo relevantes.
El futuro de las NOC dependerá del éxito que logren sortear la compleja interacción entre mantener la producción de energía tradicional y adoptar alternativas renovables. El equilibrio entre satisfacer la demanda actual de petróleo y prepararse para un futuro energético más limpio y sostenible definirá su éxito a largo plazo. En 2025, el desafío para las NOC será claro: ¿cómo pueden sortear las incertidumbres de hoy y, al mismo tiempo, construir una base para un futuro sostenible y competitivo? En opinión de Høydal, “su capacidad de adaptarse, innovar y liderar determinará no solo su éxito a largo plazo, sino también el futuro de la seguridad energética mundial”.
Un comentario
- Rystad energy s' equivoca. El petroli no té cap futur. Les energies renovables ja s' estan menjant la seva demanda i el substituiran d' aquí al 2050. Aquesta notícia és un copia i pega de la tesi de la OPEP que va publicar ahir al Periódico de la Energia, evidentment la seva tesi està equivocada, la tesi de la AIE és la correcta
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Oriol
14/01/2025