El Plan NacionaL de Energía y Clima (PNIEC) alemán, en el que se exponen sus objetivos y planes en materia de política climática y energética, demuestra que el país “subestima la magnitud y la complejidad del reto que supone para las infraestructuras” el paso a la neutralidad climática, según un informe del think tank Clean Air Task Force (CATF).
“El PNIEC final nos indica que Alemania está subestimando la escala y la complejidad del desafío de la infraestructura”, afirmó Alejandra Muñoz Castañer, directora de Asuntos Gubernamentales para Europa en CATF. “Si bien acogemos con satisfacción la mayor ambición en materia de energía renovable, el plan aún carece del apoyo político y tecnológico necesario para ampliar el conjunto de soluciones climáticas de Alemania y garantizar la seguridad energética, la confiabilidad y un sistema energético totalmente descarbonizado. Para mitigar las incertidumbres geopolíticas y los posibles riesgos para la cadena de suministro de ciertas tecnologías o su bajo rendimiento, Alemania haría mejor en diversificar aún más sus fuentes de energía y fortalecer su seguridad energética”.
Con cierto retraso, el Gobierno presentó en agosto a la Comisión Europea su versión final del PNIEC actualizado . Entre las prioridades de la CATF figuran frenar las emisiones de metano, fomentar la transición a combustibles con cero emisiones de carbono, como el hidrógeno, y promover la inversión en CAC o energía nuclear avanzada. Los planes de Alemania adolecían de carencias en muchos de estos aspectos, según la CATF.
“El plan es prometedor, con ambiciosos objetivos en materia de energías renovables, pero sigue indicando que Alemania depende demasiado de los combustibles fósiles importados y de un reducido conjunto de tecnologías de energías limpias, sin la debida consideración de la rentabilidad y la fiabilidad que requeriría el apoyo a un conjunto más amplio de soluciones, como la energía nuclear, la captura y el almacenamiento de carbono, el hidrógeno limpio y la mitigación del metano”, escribió el CATF.
Mientras Alemania cerraba sus últimas centrales nucleares en 2023, el gobierno apostaba fuerte por el hidrógeno verde como combustible para determinados procesos de producción industrial y para el suministro eléctrico en épocas de poco viento o sol.
Nuevas tecnologías
La coalición gobernante ha iniciado recientemente un notable giro hacia la autorización de tecnologías de captura y almacenamiento o uso del carbono (CCS, CCU), y ha puesto el foco en la investigación de la fusión nuclear. Sin embargo, la CATF criticó la falta de medidas y compromisos concretos sobre CAC en el plan climático. Además, la organización dijo que Alemania seguía siendo “demasiado ambiciosa y optimista” sobre el papel que puede desempeñar el hidrógeno.
Los planes nacionales de energía y clima describen cómo los Estados miembros de la UE pretenden abordar cuestiones como la descarbonización, la eficiencia energética y la seguridad energética para alcanzar los objetivos de 2030.
Las actualizaciones finales debían presentarse a finales de junio. Alemania había presentado su plan original para el periodo 2021-2030 en 2019, por lo que la actualización debía tener en cuenta todos los cambios importantes que se habían producido desde entonces. Por ejemplo, la UE ha revisado la mayor parte de su legislación energética y climática para alcanzar objetivos climáticos más ambiciosos, y Alemania ha introducido desde entonces su objetivo de neutralidad climática para 2045, la crisis energética ha trastornado el suministro energético del país y la actual coalición gobernante ha introducido una serie de leyes para acelerar el paso a las emisiones netas cero.
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