Ha sido llegar el invierno de golpe y porrazo y los usuarios de bombonas de butano se han encontrado con una nueva realidad, con un nuevo mercado, que en muchos casos desconocen o ignoran las causas de este cambio.
El mercado del gas butano en España ha dado un vuelco desde que el Gobierno aprobara la reforma del gas en julio. Y ese cambio no es otro que el precio de las bombonas. Ahora, con el frío, muchos usuarios se han acercado a las instalaciones de venta o han llamado a sus repartidores y se han encontrado con que el precio ha cambiado.
Ese cambio en el precio de la bombona se ha producido únicamente en el caso de Cepsa. La bombona de 12,5 kilogramos de Cepsa cuesta 17,95 euros, 45 céntimos por encima del precio oficial que poseen el resto de distribuidores: Repsol en la Península y Baleares, Disa en Canarias y Atlas en Ceuta y Melilla, son los principales operadores. El Gobierno fijó en verano el precio máximo de la bombona de butano en 17,50 euros. ¿Por qué ha cambiado?
La reforma del gas del Gobierno liberalizó el mercado de las bombonas de butano pero solo en el caso de las botellas que pesaran en vacío menos de nueve kilogramos. Eso solo sucede en el caso de Cepsa que fabrica sus bombonas con un material más ligero con el que lo hacen el resto. Es por ello, que cuando se vacían pesan menos y cuando están llenas pesan lo mismo, los 12,5 kilogramos.
Con esta medida el Gobierno quiere ofrecer "una alternativa en el mercado" a la vez que se sigue protegiendo a determinados consumidores más vulnerables.
El precio de la bombona se ha mantenido durante el otoño y ahora que llega el crudo invierno también seguirá en el mismo precio, en los 17,50 euros que es el precio máximo que puede marcar el Gobierno.
Pero la reforma también mantiene otros aspectos del mercado como el reparto a domicilio. Los operadores con mayor volumen de venta en cada territorio, (Repsol, Disa y Atlas) tendrán la obligación de seguir repartiendo a domicilio las bombonas como se ha hecho hasta ahora.
Eso sí, ahora los repartidores de las bombonas podrán llevar también botellas de otras marcas y no solo las del operador con mayor volumen de venta. De esta manera, el cliente podría elegir por otra marca, pero como el precio de la bombona de Cepsa es más cara pues de momento no se cambia a este operador.
Cepsa ha optado por poner un poco más cara la bombona porque entre otras cosas, el margen de los operadores por bombona es muy escaso, por no decir nulo, y eso que el resto están con el precio más caro al que pueden vender. Además, como las venden en su mayoría en sus estaciones de servicio pues consiguen ahorrar los gastos del reparto a domicilio.
En definitiva, el usuario está obligado a pagar un mínimo de 17,50 euros por bombona, y por una vez que a lo mejor podría pagar menos, se encuentra con que es más cara y prácticamente sin saber por qué la de Cepsa es más cara que la de Repsol. Puras decisiones políticas y de empresa. Así es el mercado.
Jose Lupin
15/01/2015