Es curioso que en esta nuestra España, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, anuncie a bombo y platillo en horario de máxima audiencia que los españoles tendremos que volver a votar por cuarta vez en cuatro años, mientras en el Congreso de los Diputados se votaba a favor de la necesidad de declarar la emergencia climática en España.
Curioso porque Unidas Podemos le ha robado la iniciativa al Gobierno, pero incluye la enmienda del PSOE y algunos puntos de Ciudadanos. Algo en lo que parecen estar de acuerdo casi todo los partidos representados en el hemiciclo, pero que ha servido de poco. Por no decir de nada. En pocos días se vuelven a disolver las cámaras y a empezar de nuevo.
Otro año perdido de España en la lucha contra el cambio climático, para afrontar el gran reto de la transición energética y la descarbonización de la economía. Si algo se avanza en esta materia no será por la clase política de este país, sino por sus ciudadanos y empresas que sí se toman en serio este reto.
Pero, ¿qué más da? Volvamos a votar. Ya si eso lo dejamos todo para la próxima primavera a ver si el tiempo escampa y luce más el sol. Qué vergüenza. Qué bochorno. Qué pereza da esta clase política que solo mira por ella misma.
Sánchez y su amigo Redondo llevan pensando en próximas elecciones desde no sé cuándo. A ganar tiempo que parece que ayuda. En Unidas Podemos, Iglesias y los suyos veían una clara oportunidad para tocar pelo pero al final se han quedado con las ganas. Ni la cabecita han asomado por Moncloa.
Ciudadanos haciendo el ridículo. Primero Rivera se sube al no es no, ni va a reunirse con Sánchez, y luego viene a última hora con exigencias y no sé qué cuentos de que hay que salvar España. Teatro.
Y el PP, a su bola. Le conviene las elecciones tras el varapalo de abril y mayo.
Y así todo. ¿No se dan cuentas los políticos de este país que España no se puede permitir este lujo de afrontar unas nuevas elecciones? La economía está de nuevo tambaleándose, la industria hecha unos zorros, miles de empleos en juego, pero lo importante son los sillones.
No nos vendan motos. El hartazgo de los españoles ante la clase política es supremo, a excepción de los que también viven de ellos, que son unos cuantos. Pensar en los españoles es no irse de vacaciones varias semanas mientras no hay formado gobierno. Es sentarse y hablar no levantarse de la mesa hasta que se forme un gobierno. No enviar cartas a los medios.
No se rían más de nosotros. ¿Emergencia climática? Para decir esas palabras, señor Sánchez, hay que ser una persona íntegra, y ni usted ni ninguno de sus rivales políticos lo son.
Eso sí, ahora se va corriendo a Nueva York a tratar de hacerse una foto con Greta y sus amigos. Mientras tanto, aquí los españoles pues achicando agua. Ah, y que se me olvidaba, yendo a votar de nuevo.
Si de verdad les importara el cambio climático un mínimo no habrían hecho lo que han hecho durante estos casi cinco meses. Si de verdad les importan los españoles, se hubiera hecho lo que haga falta para crear un Gobierno, pero no. Están claras las preferencias de cada uno.
España quiere liderar la lucha contra el cambio climático. ¿Cuándo señor Sánchez? ¿Señor Iglesias? ¿Señor Rivera? ¿Señor Casado? Esto es serio, señores políticos. España no puede perder ni un minuto. El tren de la transición energética ya ha pasado, y no es que no seamos la locomotora, es que no estamos ni en el cuarto vagón, y a este camino seremos el de cola.
La transición energética en España no puede esperar. ¿Donde está ahora la necesidad de aprobar una Ley de Cambio Climático y Transición Energética? ¿Cómo se va a desarrollar un PNIEC sin gobierno? ¿Cómo se es justo con las regiones desfavorecidas por el cambio? ¿Donde se encuentra el Estatuto Electrointensivo? ¿Y las subastas de renovables? Ah, sí, con los mismos Presupuestos de un tal Montoro.
Lo importante es anunciar cada dos por tres que vamos a acabar con el diésel y meter miedo. No espera, que tengo más. Vamos a ser 100% renovables para 2050 (pueden reírse queridos lectores). Otra: vamos a hacer bajar el precio de la luz. Y así todo. Y todos a tragar. Y a volver a votar.
En serio, ríanse de otros. No les cree nadie.
Ramón Roca es director de El Periódico de la Energía.
JELorenzo
18/09/2019