En las ciudades, el sector servicios es responsable del 30-40% del consumo energético, y del 25-35% de las emisiones directas e indirectas. Este sector agrupa edificios con usos muy variados: oficinas, centros comerciales, pequeños comercios, hospitales, polideportivos, hoteles, cafeterías, centros educativos, etc.
Pese a la gran variedad de usos de los edificios destinados al sector terciario, oficinas y comercios concentran el 65% del consumo de energía. A su vez, los mayores consumos en estos edificios los provocan la climatización (40-60%) y la iluminación (20-45%), de forma similar a lo que ocurre en el sector residencial. Por ello, los objetivos de eficiencia energética en el sector servicios deben ir enfocados a reducir el consumo y emisión de estas dos partidas.
Actuaciones prioritarias en el sector servicios
El informe Ciudades energéticamente sostenibles: la transición energética urbana a 2030 elaborado por Deloitte identifica una serie de medidas prioritarias a implementar en el sector terciario, teniendo en cuenta los principales usos de la energía en servicios mencionados previamente.
Según este estudio, la actuación más urgente sería la sustitución de equipos de climatización por la bomba de calor, una opción mucho más competitiva en grandes superficies y que puede suponer un ahorro de hasta el 30%.
La iluminación es otro de los consumos con un mayor potencial de reducción. En este aspecto, el cambio de equipos de iluminación a sistemas LED permitiría un ahorro unitario del 70-80% del consumo, mientras que los sistemas de control inteligente de la iluminación producen una reducción de entre el 15-30%.
Asimismo, el autoconsumo en el sector servicios se enfrenta a menos barreras ya que las cubiertas de muchas instalaciones (edificios comerciales, oficinas, parkings, polideportivos, etc.) suelen ser lo suficientemente grandes y accesibles como para que se consiga un ahorro sustancial de energía. Un gran edificio de servicios, por ejemplo, podría producir hasta el 15-25% de su consumo eléctrico mediante instalaciones de autoconsumo.
De forma adicional, la rehabilitación de edificios también conseguiría cierta reducción de consumo y emisiones, aunque menor que en el sector residencial debido a la menor antigüedad de los edificios.
Eficiencia energética en el sector terciario
En el sector servicios, las actuaciones de sostenibilidad energética presentan, en términos generales, menores barreras para su desarrollo que en el sector residencial:
- Con carácter general, los edificios del sector servicios suelen ser propiedad o estar gestionados por una única empresa o propietario. Por ello, las decisiones de inversión no requieren poner de acuerdo a un número elevado de interesados, como es el caso de las comunidades de vecinos en el sector residencial. Esto facilita y agiliza el proceso de implementación de las actuaciones y medidas necesarias.
- Las decisiones de inversión se toman atendiendo a criterios de racionalidad económica, lo que facilita la toma de decisiones en actuaciones que requieran una alta inversión, pero son rentables en el corto o medio plazo.
- Los edificios de este sector consumen más energía por unidad de superficie, por lo que los periodos de recuperación de la inversión son menores que en otras infraestructuras.
- La renovación de los equipos y de los edificios por motivos de estética o de funcionalidad se produce de forma más frecuente que en el sector residencial. Esto supone una oportunidad para introducir criterios de sostenibilidad energética en estas renovaciones.
¿Cómo se puede incrementar la eficiencia energética en el sector servicios?
De forma similar a lo que ocurre en el sector residencial, la eficiencia energética en el sector terciario pasa por introducir criterios de sostenibilidad y eficiencia energética en la edificación para mejorar las condiciones del parque de infraestructuras existente.
Algunas recomendaciones para los ayuntamientos y Administraciones municipales pasarían por:
- Definir planes de actuación a nivel municipal que aseguren la reducción de consumos, de emisiones y la calidad del aire para cumplir los objetivos.
- Implantar como objetivo que el 100% de los edificios posea certificados energéticos en 2030.
- Lanzar campañas de divulgación a los propietarios de los edificios sobre las medidas consideradas en los planes de actuación de edificios.
- Establecer un calendario para la restricción de comercialización de equipos no eficientes.
- Promover que las rehabilitaciones que se lleven a cabo de forma natural en los edificios incorporen criterios de sostenibilidad energética.
- Complementar el Código Técnico de la Edificación para edificios nuevos para que establezca límites restrictivos de consumo energético, según la zona climática.
- Fomentar que se adapten las actuales tarifas eléctricas para que sean una señal de precio eficiente que no penalice la adopción de equipos eléctricos frente a otros menos sostenibles.
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