En el marco de la Cumbre Internacional del Clima (COP27), nuestro país será uno de los integrantes de la coalición Accelerating to Zero para alcanzar los objetivos marcados para el 2035
No hay vuelta atrás. Tras la confirmación por parte de la Unión Europea de que a partir de 2035 no se venda ningún coche alimentado por combustibles fósiles, hoy España ha dado un paso importante en la misma dirección en el marco de la Cumbre Internacional del Clima (COP27) que se celebra estos días en Egipto. Nuestro país se ha unido a la coalición denominada Accelerating to Zero (A2Z) compuesta por nada menos que 200 países, fabricantes y otras organizaciones del sector del automóvil con el objetivo de acelerar la transición hacia los vehículos de cero emisiones.
Esta coalición A2Z surge a raíz de los acuerdos conseguidos en la edición previa de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (más conocida como COP26) que fijó dos objetivos de cara al año 2035: que solo se vendan nuevos vehículos eléctricos en los principales mercados del mundo y que en 2040 se extienda a todo el planeta.
“Celebramos que España haya decidido unirse a la coalición. El compromiso del país con vender únicamente coches y furgonetas eléctricos a partir de 2035 parece claro. Pero no basta con esperar hasta esta fecha con los brazos cruzados. Debemos reducir tanto nuestras emisiones como nuestra dependencia de los combustibles fósiles cuanto antes y para eso se deben dar pasos mucho más grandes hacia la movilidad eléctrica”, ha valorado el responsable de electrificación de coches de Transport & Environment en España, Carlos Rico. En esa línea, Rico ha hecho hincapié en que la falta de infraestructura de recarga en España y la falta de una fiscalidad verde siguen siendo los dos grandes obstáculos que impiden que los vehículos eléctricos sean “asequibles y funcionales” para la mayoría de la población del país, por lo que ha instado al Gobierno a actuar para resolver estas trabas a la electromovilidad.
Por su parte, el responsable de transporte de mercancías por carretera de Transport & Environment en España, Carlos Bravo, ha destacado que, a pesar de que los camiones y autobuses suponen solo el 2% de total de los vehículos que circulan en España, “en 2020 fueron responsables del 28% de las emisiones de CO2” del transporte por carretera en el país. _“La descarbonización del transporte de mercancías solo se logrará si se prohíbe la venta de nuevos camiones de combustión como muy tarde en 2035. Al igual que la UE (Unión Europea) lo ha decidido para los coches y furgonetas, definir para los camiones un objetivo de una reducción del 100% de las emisiones de CO2 en 2035 ayudaría a Europa y a España a sacar los últimos vehículos diésel de la carretera a tiempo para evitar la catástrofe climática”, _ha concluido.
Ventas desiguales
A pesar del avance, en el documento suscrito en la COP27 para impulsar la asistencia internacional a los mercados emergentes en su transición hacia los vehículos de cero emisiones se advierte con preocupación de que la penetración del vehículo eléctricoes desigual entre los mercados más y menos avanzados. “Si bien se está logrando un progreso sustancial para acelerar la transición hacia los vehículos de cero emisiones, el progreso se concentra en los mercados avanzados y líderes, creando un riesgo creciente de una doble velocidad en esta transición, donde las economías emergentes y en desarrollo no pueden beneficiarse de las oportunidades de crecimiento, para la salud y para la seguridad que puede traer una transición acelerada”, incide el informe.
Dicho esto, parece claro que los objetivos de alcanzar un mercado completamente cero emisiones se conseguirá con el paso del tiempo. Más cuando en este 2022 el 13,2% de los coches nuevos que se vendan en el mundo será 100% eléctrico, frente al 8,7% de 2021 y el 4,3% del 2020. De hecho, según un informe publicado por Bloomberg las ventas anuales de vehículos eléctricos para pasajeros van camino de alcanzar unos 10,6 millones de unidades en 2022, lo que supone un aumento de más del 60% interanual (desde los 6,6 millones de 2021) y más del triple de los 3,1 millones vendidos en 2020. El incremento en las matriculaciones de este tipo de vehículos tendrá un efecto directo en el uso de barriles de petróleo pues se reduciría en nada menos que 1,7 millones de los mismos para este año, un dato que poniéndolo en contexto sería como eliminar el consumo total de petróleo de una economía mediana del G20 como Francia o México.
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