VIDEO| Prueba del Ford E-Tourneo Courier: herramienta multiusos
Con los monovolúmenes extintos, las furgonetas han recogido el testigo modular y en el caso de Ford, además, se han electrificado. Nosotros hemos probado su modelo de acceso y más polivalente: el E-Tourneo Courier
¿Recuerdas aquellos tiempos en los que los monovolúmenes eran los reyes del confort y la practicidad familiar? Pues bien, el panorama ha cambiado y ahora son las furgonetas las que han tomado el relevo, pero con una vuelta de tuerca: ahora son atractivas, tecnológicas y, cómo no, eléctricas. Y en esa evolución, Ford ha sabido ver el hueco como pocos.
El E-Tourneo Courier es la última demostración de ello, una furgoneta compacta que hereda lo mejor de los monovolúmenes, suma un poco de imagen SUV y, por supuesto, elimina por completo las emisiones. ¿Será la alternativa eléctrica más polivalente para familias modernas y aventureros urbanitas?
Estética SUV
El acabado Active le aporta más robustezK.S.
Lo primero que te llama la atención del E-Tourneo Courier es que, honestamente, es mucho más “coche” de lo que el término furgoneta sugiere. En sus 4,34 metros de largo, es decir, que se enmarca en el núcleo del segmento C, propone una presencia potente gracias a una línea de techo alta y voladizos cortos que maximizan el espacio interior y la maniobrabilidad. Para esta nueva generación, Ford ha sabido escuchar las demandas de sus clientes, mejorando algunos de los puntos en los que su predecesor fallaba.
Por si no fuera suficiente, muchos de ellos se enfatizan con este acabado Active cuya principal cualidad es que le dota al conjunto de un aire aventurero, algo que era normal en los modelos de los 90 pero no en los actuales. En este sentido sus principales detalles serían: la calandra, de generosas dimensiones con el nuevo logo de Ford en el medio y con, además, un tramado específico para esta versión eléctrica.
La calandra es el elemento más distintivo del coche. K.S.
También son específicos los paragolpes, más robustos tanto en la zona delantera como la trasera, así como los pasos de rueda protegidos al más puro estilo SUV bajo los cuales se observan llantas de 17”. El toque práctico se lo dan las barras sobre el techo, mientras que en el apartado de la personalización corre a cargo de la pintura Verde Bursting que aumenta su conexión con la naturaleza y que, eso sí, cuesta 400 euros, a los que tendrás que sumar otros 450 euros de pintar el techo en blanco.
La apertura corredera de las puertas permite un acceso al interior cómodo- K.S.
Donde no hay cambios es en la altura libre al suelo, que se mantiene igual que en otras versiones pero ya que estoy aquí sí me gustaría analizar un aspecto que para mí es diferenciador: el de las puertas lateralescorrederas. Una solución muy de furgoneta, soy consciente pero que tiene una clara ventaja.
Espacio modulable
El espacio es bueno, pero se echan en falta soluciones propias de los monovolúmenes. K.S.
El acceso a las plazas posteriores y no solo para nosotros, sino para cargar por ejemplo una silla infantil o meter al correspondiente niño. Cierto es que el hueco de la puerta podría ser un poco más amplio, pero en comparación con una puerta clásica, yo me quedo con este detalle.
Una vez dentro, el espacio para los ocupantes traseros es más que correcto, aunque aquí tengo que ser un poco crítico ya que en un segmento que se presupone heredero de los monovolúmenes, aquí yo habría puesto no solo tres butacas independientes sino también tres anclajes Isofix. Soy consciente de la limitación de espacio, pero hay que tener cierto valor añadido. Del mismo modo, no habría estado de más tener el desplazamiento longitudinal de la butaca para así aumentar la versatilidad del maletero. Dicho esto, el espacio reinante es más que notable tanto para las rodillas como, lógicamente, para la cabeza, al tiempo que destaca por sus huecos portaobjetos.
El maletero es gigantesco y tiene muchos compartimentos. Ford
Hablando de huecos para dejar nuestros objetos, el maletero propone un amplio volumen que va de los 570 litros hasta la bandeja y llega los 1.200 con las plazas plegadas, pudiendo además abatir hacia delante las butacas, lo que nos permite colocar objetos de 1.40 metros sin problemas. Sus formas son regulares y cuenta además con compartimentos ocultos muy prácticos para colocar enseres de menor tamaño e incluso manchados. Además, en esta versión eléctrica contamos con un frunk delantero de 44 litros que es el idóneo para guardar los cables de carga.
Como un turismo más
El puesto de conducción es como el de cualquier otro turismo de la marca. Ford
En el puesto de conducción, el E-Tourneo Courier mantiene la línea de funcionalidad y confort que caracteriza a los últimos productos de Ford. La calidad general es notable, con ajustes perfectos y, sobre todo, muchos huecos portaobjetos. La consola central es flexible y modular, siendo ideal para guardar desde un portátil hasta bebidas.
Esta versión Active propone detalles exclusivos como los asientos tapizados en tejido técnico fácil de limpiar y resistente a la humedad, la iluminación ambiental y molduras específicas. En lo que a digitalización se refiere, cuenta con una pantalla táctil central de 12 pulgadas con SYNC 4 desde la que se controlan todas las funciones del coche, incluyendo la climatización al tiempo que propone conectividad inalámbrica para Apple CarPlay y Android Auto.
Suave y silenciosa, pero para el día a día
En marcha tiene un rodar muy confortable. Ford
En marcha este E-Tourneo confirma lo que ya sabíamos en los últimos años, que las furgonetas de nueva generación están más próximas a los turismos que a los comerciales de antaño. Ofrece un aplomo sorprendente y, sobre todo, mucha comodidad. Las suspensiones filtran bien los baches urbanos, y la insonorización es razonable para el segmento, aunque los ruidos aerodinámicos pueden dejarse notar en autopista a velocidades altas. La maniobrabilidad es excelente: radio de giro de sólo 10,7 metros, postura de conducción elevada y una buena visibilidad, al estilo de los SUV.
Ahora bien, destaca por la suavidad y el silencio de marcha gracias a su sistema eléctrico. El mismo que declara 136 CV que empuja con energía y sin titubeos, ideal para moverse con agilidad tanto por ciudad como en carretera. La entrega de par (290 Nm) es inmediata y, aunque no es un “cohete”, sí transmite seguridad y soltura entre el tráfico, alcanzando una velocidad punta de 145 km/h que sin ser excesiva no querrás alcanzar.
La principal pega, su autonomía, no llegarás a los 250 km. Ford
¿Por qué? Pues porque agotará más rápidamente la energía almacenada en su batería de 43 kWh. Sí, es quizá uno de sus puntos más flojos de este coche ya que si bien homologa una autonomía de 288 km, en la práctica real se van a quedar en poco más de 220 km, si abusas mucho del programa ECO. Esto se debe a que el consumo medio medido ha sido de unos 19-20 kWh/100 km, que te puede parecer alto, pero es que la marca ya registra oficialmente los 17,5 kWh/100 km.
La carga, eso sí, es rápida. Ford
En cuanto a la carga, admite conexiones en corriente continua de 100 kW lo que se traduce en pasar del 10% al 80% en 35 minutos e incluso puede recuperar 100 km de autonomía en solo 10 minutos en un punto potente. Lógicamente eso limita su uso para viajes largos y lo centra más en el uso diario. Para finalizar con el comportamiento, tenemos los perfiles de conducción típicos de Ford como son el Eco, Normal y Sport a los que se suma el Resbaladizo para mejorar la motricidad y el L de la caja de cambios para aumentar la frenada. Pero si quieres un funcionamiento de un solo pedal, tienes que seleccionarlo a través de la pantalla y con él sí que podrás detener el coche por completo.
En definitiva
En un mercado en el que los monovolúmenes han desaparecido, las furgonetas o espacios modulares han recogido el testigo. Esta Ford E-Tourneo Courier lo hace a la perfección con un compendio de atributos que están englobados principalmente en el espacio, convirtiéndose en una opción recomendada para familias, profesionales o aventureros que busquen espacio y polivalencia en formato compacto, silencioso y con etiqueta “0”.
Sin embargo, es en la pegatina donde le vemos más fallas, no por el hecho de tener un sistema 100% cero emisiones, que no, sino porque la autonomía nos ha resultado muy, pero que muy escasa, limitando esas posibles escapadas.
Y luego está ya el tema económico, en el que el hecho de tener esa E ya provoca que la tarifa suba. Porque los 27.500 euros de los que parte el modelo con su acabado Trend y bloque gasolina de 125 CV, se convierten en, ojo 41.970 euros de este Active eléctrico, si bien siendo justos el cero emisiones parte de los 38.600 euros con ese nivel básico. Sin embargo, a mí me parece una tarifa elevada para un coche que da poca autonomía pero que, eso sí, me encandila por su diseño, interior y versatilidad.
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