El Parlamento Europeo ha pedido a los países de la UE que prohíban la desconexión de los suministros de agua, luz o gas en hogares vulnerables que no pueden pagarlos, y les instó a considerar "como un derecho" el acceso a la energía.
Esta petición forma parte de un informe no vinculante adoptado por el pleno de la Eurocámara con 383 votos a favor, 99 en contra y 71 abstenciones, que reclama medidas urgentes, tanto a la Comisión Europea como a los países de la UE, para abordar la pobreza energética y la actual crisis social provocada por la subida generalizada de los precios.
La desconexiones de energía
El texto remarca que ambos fenómenos afectan con mayor gravedad a las mujeres, un colectivo que, según el informe, también sufre un acceso desigual a la vivienda, lo que provoca que tengan un mayor riesgo de quedarse sin hogar en caso de verse afectadas por la pobreza y de vivir, de media, en condiciones más inseguras.
En este sentido, los eurodiputados destacaron que los desahucios de viviendas afectan "desproporcionadamente" a mujeres y que "refuerzan las desigualdades ya existentes".
En el informe aprobado, el pleno de la Eurocámara reclama la Comisión Europea que proponga una nueva legislación para evitar que "los especuladores hagan inasequibles la vivienda" y atenuar así la "financiarización" del mercado inmobiliario, es decir, el proceso por el que la vivienda se transforma en bien de inversión.
Los eurodiputados pidieron las autoridades locales puedan reforzar el control sobre las plataformas de alquiler, e instaron a los Estados miembros a aumentar la oferta de vivienda social y a acelerar las inversiones para modernizar los inmuebles ya existentes, a fin de mejorar su eficiencia energética.
Para el Parlamento Europeo, una mayor eficiencia energética en los edificios puede contribuir a "reducir significativamente" la volatilidad de los precios del mercado de la energía en los hogares más vulnerables.
Personas vulnerables y perspectiva de género
El texto adoptado denuncia una falta de perspectiva de género en las principales iniciativas de la Comisión Europea en materia de energía, como el Pacto Verde, y reclama que este proyecto, bajo el cual se pretende alcanzar la neutralidad climática en 2050, garantice una transición ecológica "justa y socialmente equitativa".
Además, señalan a la industria energética como una de las que ostenta un "mayor desequilibrio de género" en la UE, ya que las mujeres sólo representan el 24 % de los trabajadores del sector.
Por ello, los eurodiputados piden a las empresas energéticas, ya sean públicas o privadas, una mayor implicación contra las "desigualdades estructurales que impiden a las mujeres entrar y permanecer" en este sector industrial.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios