La energía eólica, una de las principales fuentes renovables de Europa, está entrando en una nueva etapa. Miles de turbinas construidas hace décadas comienzan a llegar al final de su vida útil operativa, y con ello surge un reto crucial: ¿qué hacer con ellas?
El repowering, o la sustitución de turbinas antiguas por modelos más modernos y eficientes, se presenta como una solución ideal. Sin embargo, su implementación no avanza al ritmo necesario, dejando a muchos países rezagados en la transición energética.
Triplicar energía con menos turbinas
El repowering se perfila como una solución clave. Según datos de WindEurope, esta práctica puede reducir el número de turbinas en un parque eólico en un 25% y, al mismo tiempo, casi triplicar la producción de energía del sitio. Esto es posible gracias a los avances en tecnología, como palas más largas, mejores diseños aerodinámicos, sistemas de control avanzados y mayor capacidad para operar en condiciones de viento variable.
“Más electricidad con menos turbinas: el repowering es una decisión obvia. Sin embargo, los gobiernos no están haciendo lo suficiente para fomentarlo”, señaló Giles Dickson, CEO de WindEurope, en el seminario End of Life Issues and Strategies (EoLIS 2024). Según Dickson, muchos parques eólicos continúan funcionando con turbinas ineficientes debido a la falta de políticas que impulsen el repowering.
Desigualdad
El ritmo del repowering varía significativamente entre los países europeos. Alemania lidera este esfuerzo, representando más de la mitad de los proyectos en Europa, gracias a su sólido mercado eólico y a la gran cantidad de parques de primera generación.
En cambio, España, el segundo mayor mercado eólico terrestre de Europa, apenas tiene un 3% de los proyectos de repowering. Las dificultades para obtener nuevas conexiones a la red eléctrica desincentivan a los desarrolladores, que optan por mantener en operación turbinas antiguas.
Por su parte, Francia enfrenta barreras regulatorias, como las restricciones en la altura máxima de las turbinas, lo que impide la instalación de modelos más modernos y eficientes. En otros países, los procedimientos largos y complicados para obtener permisos están frenando el avance del repowering.
Desafíos
Además del repowering, EoLIS 2024 también abordó el problema del reciclaje de turbinas eólicas, especialmente de las palas, que están hechas de materiales compuestos difíciles de reutilizar. Aunque el 85-90% de una turbina puede reciclarse, las palas representan un desafío, ya que constituyen el 11% del volumen total y no pueden procesarse fácilmente mediante los métodos tradicionales.
Actualmente, las palas desechadas se reutilizan en proyectos creativos, como la fabricación de muebles, parques infantiles o puentes. Sin embargo, se estima que los residuos de palas aumenten considerablemente, alcanzando más de 100.000 toneladas anuales para 2040.
En el seminario, los expertos señalaron la necesidad de una mayor colaboración entre sectores para desarrollar soluciones de reciclaje económicamente viables y propusieron la creación de códigos específicos de residuos para los materiales compuestos.
Paula Rey García, representante de la Comisión Europea, subrayó la importancia del repowering para cumplir con los objetivos climáticos y energéticos de la UE. “El repowering debe ser un gran contribuyente para alcanzar nuestras metas. Implementar las disposiciones de permisos y estrategias de la Directiva de Energías Renovables es una prioridad clave”, afirmó.
Con parques eólicos cada vez más antiguos y la presión por alcanzar los objetivos de energía limpia, Europa enfrenta un doble desafío: acelerar el repowering y encontrar soluciones sostenibles para el reciclaje. Sin acciones inmediatas, el continente corre el riesgo de desaprovechar el potencial de una de sus fuentes de energía renovable más importantes.
Verde Claro
05/12/2024