Un estudio liderado por la Universitat Rovira i Virgili (URV) y el Imperial College de Londres alerta de que las limitaciones de materiales podrían hacer inviable el desarrollo de tecnologías de energía limpia a la velocidad necesaria para conseguir los objetivos climáticos fijados en el Acuerdo de París de cara al año 2050.
Cada país firmante de este tratado internacional debe presentar planes nacionales para reducir las emisiones de efecto invernadero y actualizarlos cada cinco años: se basan en los denominados modelos de evaluación integrada, unos sistemas matemáticos que permiten simular posibles escenarios futuros y sus consecuencias para el cambio climático.
Pero según el estudio encabezado por la URV, los actuales modelos de evaluación integrada no tienen en cuenta la cantidad de material necesaria para fabricar algunas de las tecnologías imprescindibles para la transición energética, como baterías, turbinas eólicas o paneles solares, y esto provoca que las previsiones sean demasiado “optimistas” teniendo en cuenta todo lo que comporta el desarrollo de estas tecnologías.
El Acuerdo de París
El informe pone como ejemplo que alcanzar estas proyecciones implicaría aumentar la demanda de selenio y galio 571 y 531 veces, respectivamente, en los próximos treinta años; algo que el equipo investigador considera «difícil de lograr», pues significaría aumentar considerablemente la actividad de las operaciones mineras y mejorar las tecnologías de extracción para incrementar la eficiencia.
La importancia de estos materiales críticos será, según los investigadores, un factor limitador en el desarrollo de tecnologías de energía limpia en los próximos años.
David B
25/07/2024