La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ha defendido que lo "lógico y sensato" actualmente es una modificación del protocolo de cierre de las nucleares firmado en 2019 entre las empresas propietarias y Enresa, que prevé la clausura del parque existente en España entre 2027 y 2035, y adaptarlo "a las condiciones reales".
En un encuentro informativo para presentar el primer número de su Observatorio para el seguimiento de los indicadores del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, Diego Martínez, investigador asociado de Fedea, ha valorado así que los cierres previstos para los dos grupos de la central extremeña de Almaraz, los primeros previstos para el año 2027 y 2028, "se retrasen" al menos hasta 2030.
A este respecto, ha considerado que normativamente no supondría algo complejo de llevar a cabo, ya que "básicamente es modificar una orden ministerial".
"No estamos hablando de una modificación de rango superior y creemos que las circunstancias actuales lo justifican, pero no por el interés de nadie, no por el interés de los propietarios de las centrales, sino por el interés general. Porque permite reducir las necesidades que hoy, sí o sí, suplirían esa menor producción nuclear, que sería una mayor entrada de los ciclos combinados con total seguridad", ha añadido.
El cierre de las nucleares
No obstante, ha reconocido que esta adaptación del calendario de cierre de las nucleares "está ligado a todos los aspectos fiscales", como el impuesto a la generación, "que pagan inicialmente las centrales de generación, pero que se transmite de forma automática al consumidor de energía", y que, una vez solucionado el problema del déficit de tarifa, "no hay ninguna causa que motive su mantenimiento", ha subrayado, o el impuesto especial, que reducirlo sería "perfectamente factible".
Respecto a la tasa Enresa, que sí que recae expresamente sobre las centrales nucleares, ha destacado que "nadie pone en duda" de que debe ser asumida por los propietarios.
De todas maneras, ha estimado que las centrales nucleares "siempre han estado sometidas a dobles y triples fiscalidades". "A veces sobre el mismo hecho imponible, a nivel nacional y a nivel autonómico, y alguna solución tenemos que darle", ha recalcado.
Eólica y solar
Por otra parte, en lo que respecta al papel de las renovables en el PNIEC, con un peso en la generación eléctrica que prevé alcanzar a 2030 el 81%, y que se sitúa a cierre de 2024 en el 56,8%, el 'think tank' cercano a la CEOE ha advertido de que la trayectoria en fotovoltaica es muy buena, siendo "factible" el objetivo de 76,4 gigavatios (GW) al final de la década, aunque en el caso de la eólica no cree que se vayan a cumplir las metas, que pasan por los 62 GW al final de la década.
No obstante, en el caso de la fotovoltaica, Martínez ha señalado como principales incertidumbres la evolución de los precios, que en 2024 se situaron en algo más de 45 euros por megavatio hora (MWh) y que si siguen descendiendo podrían llevar a la paralización de las decisiones de inversión, al cruzar el umbral de rentabilidad de 42 euros/MWh, para las plantas que no están sujetas a la obligación de puesta en servicio antes de mediados del año 2027.
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