Francia, Alemania e cooperarán estrechamente en materias primas críticas. Los ministros de los tres países se comprometieron a principios de esta semana en Berlín a invertir en proyectos conjuntos e intercambiar puntos de vista sobre la Ley de Materias Primas Críticas de la Unión Europea.
"Pensamos que sería útil que las tres mayores economías de Europa intercambiaran puntos de vista y presentaran propuestas de modificación de la Ley de Materias Primas Críticas", explicó el ministro alemán de Economía y Clima, Robert Habeck.
"Es la primera vez que Francia, Italia y Alemania deciden, juntas, reforzar su independencia en materia de cadenas de materiales críticos", añadió su homólogo francés, el ministro de Economía Bruno Le Maire.
Crear industria
La pandemia del virus COVID-19 y la guerra de Ucrania, que paralizó parte de la cadena de suministro y provocó escasez de chips y semiconductores, pusieron de manifiesto los riesgos de depender excesivamente de proveedores extranjeros para obtener materias primas críticas.
Según la propuesta de Ley de la Comisión, los Estados miembros de la Unión Europea deben albergar el 15% de la producción, el 40% del refinado y el 10% del reciclado de determinadas materias primas críticas —como por ejemplo el litio, el cobalto, el manganeso y el cobre— de aquí a 2030.
Todos estos materiales son necesarios para producir turbinas eólicas, paneles solares, baterías para vehículos eléctricos y otras tecnologías destinadas a descarbonizar la economía europea.
Proyectos e inversiones comunes
Los tres países también anunciaron que están dispuestos a invertir en proyectos comunes y compartir datos para acelerar la consecución de los objetivos fijados a nivel de la UE.
Para ello se creará una "plataforma común", explicó Le Maire. También habrá una estrategia conjunta para una "auténtica industria del reciclado", añadió el ministro francés.
En cuanto a las inversiones, Habeck dijo que Alemania seguirá los pasos de Francia e Italia, en referencia a los recientes anuncios de que París y Roma recaudarán fondos para sus respectivos sectores mineros.
"Francia propone una inversión pública de unos 500 millones de euros, Italia 1.000 millones, que es más o menos lo que proponemos nosotros", dijo Habeck.
En el ámbito de la UE, el Ministro italiano de Empresa y Made in Italy, Adolfo Urso, dijo que le gustaría "la creación de un fondo europeo que permita proyectos de inversión de empresas europeas para desarrollar el sector minero". En su opinión, es "importante que desde el principio la cooperación se base en los actores clave de nuestra industria".
Ampliación de la lista
Los representantes de los tres países tuvieron también un extenso debate respecto a la ampliación de la lista de materias primas cubiertas por la normativa europea, centrándose en especial en la inclusión del aluminio.
Tal y como se debatió en el Consejo de Competitividad de la UE del 22 de mayo, los tres ministros también pidieron objetivos sectoriales para la extracción, transformación y reciclado de cada materia prima crítica.
"Sería absurdo fijar los mismos objetivos para el cobalto, cuyas reservas se encuentran en un 80% en un solo país africano, que para el litio, por ejemplo, que puede extraerse en Europa", declaró el Ministro francés de Industria, Roland Lescure, en una entrevista posterior a la reunión del Consejo; un planteamiento del que Luxemburgo y Eslovenia, en particular, también son partidarios, añadió Lescure.
En cuanto a la iniciativa franco-italo-alemana, Le Maire dijo que sigue "abierta a otros Estados miembros que deseen sumarse".
Grupo de trabajo
Para supervisar esta nueva cooperación entre las tres mayores economías de la UE, los ministros acordaron crear un grupo de trabajo de expertos encargado de supervisar la aplicación de las medidas conjuntas.
Esta nueva alianza también debería facilitar los futuros debates sobre la Ley de Materias Primas Críticas a nivel de la UE, para lo cual los ministros piden una "rápida conclusión de las negociaciones" entre el Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión.
Además, los tres líderes también prometieron celebrar reuniones de seguimiento, entre ellas en Roma en octubre y más tarde en París, para continuar y ampliar los debates.
"La reunión de Berlín abre una nueva fase en la definición de la política industrial europea que nos permitirá hacer frente a los retos de la doble transición hacia una economía verde y digital", declaró Urso.
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