Los países del G7 lanzan junto a la red de V20 -los 58 estados más vulnerables frente al cambio climático, que comportan el 20 % de la población mundial- una iniciativa para ayudar a costear las pérdidas y daños que supone la crisis climática, bajo la mirada escéptica de las ONGs ecologistas.
La presidencia alemana del G7 anunció este lunes en la COP27 -la cumbre del clima de la ONU que se celebra estos días en Sharm el Sheij- la creación de un "escudo global" pensado para que las economías más industrializadas -principales responsables de la crisis climática- contribuyan a costear los impactos del calentamiento en los países más afectados por este fenómeno al que apenas contribuyen.
Las ayudas del G7
Alemania se comprometió a destinar inicialmente 170 millones de dólares a esta iniciativa, que han denominado “Global Shield Against Climate Risks” (Escudo global ante los riesgos climáticos), si bien la ministra de Cooperación y Desarrollo del país, Svenja Schulze, aclaró en rueda de prensa que esa aportación es sólo "la semilla, pues "se necesitará más dinero" para cubrir las necesidades.
Schulze aseguró asimismo que el Global Shield no es “un tipo de táctica para evitar la negociación formal sobre pérdidas y daños” en el marco de la COP27, sino “sólo el comienzo” de algo que espera ejerza presión a otras naciones para que avancen en la discusión sobre cómo diseñar un mecanismo de pérdidas y daños, diálogo que podría extenderse hasta 2024.
Los países del V20 representan el 10 % de los estados soberanos, cerca del 20 % de la población mundial (con 1,5 mil millones de personas) y, sin embargo, sólo constituyen el 3 % del PIB global, recordó el ministro de finanzas de Ghana, Ken Ofori-Atta, quien señaló que en las últimas dos décadas la crisis climática ha hecho perder a estas naciones unos 525.000 millones de dólares.
Los daños climáticos
“La situación se pondrá peor”, avanzó el ministro africano, en vista del aumento de emisiones de gases de efecto invernadero que se prevé para 2030, incluso si se cumplen los acuerdos de mitigación que hay sobre la mesa.
“Necesitamos un Plan Marshall para la crisis climática”, subrayó, y destacó que “no es una cuestión sobre quién paga las pérdidas y los daños porque nosotros, el V20, ya lo estamos pagando”.
“Estamos pagando en buenas oportunidades perdidas, en menos productividad, en la afección a las interacciones de negocio, a los modos de vida, en vidas perdidas…”, apostilló el director de la Agencia de Protección Ambiental de Ghana, Henry Kwabena Kokofu.
El cambio climático “amenaza la economía global”, incidió, para añadir que es un problema del que “ningún país puede escapar”, refiriéndose a los impactos recientes en países no ya del Sur Global sino también del norte, como las sequías, incendios e inundaciones en Estados Unidos, Alemania, España o Italia, entre otros estados ricos.
“El destino de los más vulnerables es el destino de todo el mundo”, advirtió.
Desde Bangladesh, el enviado especial del clima y ministro de Asuntos Exteriores, Abdul Momen, aprovechó para incidir en la necesidad de “saldar la deuda” de los países vulnerables que sólo son culpables de un 5 % de las emisiones globales de efecto invernadero, e instó a los miembros del G7 -EEUU, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Canadá y Japón, además de la Unión Europea- a que “movilicen recursos adicionales” a través del Global Shield.
Sin embargo, las ONGs ecologistas comprendidas en la Red de Acción Climática manifestaron su escepticismo ante esta iniciativa, que aunque la consideran útil en cierta medida, temen que pueda ser una distracción en el proceso de negociar crear un nuevo fondo dentro del paraguas de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático exclusivo para pérdidas y daños, como piden los países vulnerables.
“Los seguros subvencionados y los elementos de protección social de Global Shield pueden constituir una parte de la respuesta a las pérdidas y daños sufridos por las personas en primera línea, pero no es una solución a la escala que necesitamos”, alegaron desde la Red de Acción Climática en un comunicado.
Los ecologistas criticaron, además, que del bloque de la UE solo ha habido un compromiso anunciado por parte de algunos estados, como Alemania, Bélgica, Irlanda o Dinamarca, y en realidad tampoco quieren que el resto de países aporte dinero a este fondo pues "probablemente significaría que lo sacarían de adaptación o de mitigación”, explicaron a EFE.
Desde Greenpeace, el jefe de delegación internacional en la COP27, Yeb Saño, declaró por su parte que “para hacer frente a las continuas pérdidas y daños catastróficos de los impactos climáticos que se están produciendo en todo el mundo se necesita algo más que un escudo de seguridad, se necesita una espada en forma de un mecanismo de financiación para pérdidas y daños”.
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