El director general de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES), Nacho Rabadán, ha alertado del "trilema" al que se enfrentan las gasolineras españolas actualmente, con la transición energética en marcha, la necesidad de adaptación y unos precios elevados, marcados por un mercado "muy raro" en estos momentos.
Antes de participar en una reunión con la patronal CEOE de Valladolid, preguntado por la coyuntura actual del sector, Rabadán ha explicado que la realidad es que afronta un "trilema energético" porque deben dar un servicio de carburantes al 99 por ciento de los vehículos del parque móvil, pero a la vez estar preparados para la transición hacia otras fórmulas de propulsión y ofrecer unos precios "competitivos".
"En esas tres patas del taburete está el juego", ha indicado el empresario, convencido de que actualmente la inversión para convertir una gasolinera convencional en una de carga eléctrica es "absolutamente ruinosa".
En este sentido, ha explicado que su organización elaboró un informe para la subcomisión creada sobre este asunto en el Congreso de los Diputados en el que "queda patente que ni en 10 años se amortiza" esa inversión, con las ayudas existentes incluidas, que pueden alcanzar hasta el 40 por ciento de las cuantías.
La situación de las gasolineras
"Queremos seguir preparándonos para el futuro y queremos que no nos coja con el pie cambiado y cuando de verdad la sociedad empiece a demandar estas otras opciones de movilidad, pues haber sentado los cimientos como para poder ofrecérselo y no ir deprisa y corriendo, pero a día de hoy es una inversión absolutamente ruinosa", ha resumido.
Preguntado también por los efectos de la bonificación de 20 céntimos aplicada por el Gobierno central en los momentos de mayor alza de los precios el pasado año, Rabadán ha indicado que los precios actuales son "inasumibles" y que esa medida "bien intencionada" finalmente resultó "mal diseñada y peor ejecutada".
Ha indicado al respecto que los responsables de las estaciones de servicio tuvieron que hacer "de banqueros", con un esfuerzo de 40.000 euros que eran adelantados por las empresas, en su opinión confundidas con las petroleras, cuando en realidad son pymes. "Somos dos realidades empresariales absolutamente diferentes", ha apostillado.
"Que no se piensen que por dispensar gasolina, gasóleo, pues tenemos un pozo de petróleo allí debajo y que podemos adelantar 40.000 euros alegremente todos los meses", ha añadido antes de denunciar la tardanza de la Administración al devolver esas cantidades.
Sobre los precios actuales, ha asegurado que los empresarios ofrecen "el precio más bajo que puede tener", pero ha aclarado que s hace cuatro meses una cisterna costaba "prácticamente la mitad" de lo que cuesta ahora, "lógicamente" tienen que repercutir eso en precios, ya que de lo contrario tendrían que cerrar.
La transición energética
Rabadán ha indicado que esta situación se genera "porque los países productores recortan la producción porque no se invierte en refino, porque no hay una transición energética debidamente planeada" al hablar de que se va a acabar con estas fuentes de energía.
"Las empresas que se dedican a eso dejan de invertir. Europa ha perdido casi el 20% de su capacidad de refino en la última década", ha apostillado, convencido de que eso "al final influye" en los precios al generarse un "cuello de botella" en la oferta de crudo y en el refino.
El empresario ha demandado a la Administración rebajas fiscales "en un contexto como este", en un momento en el que cuanto más 'verde' es la gasolina a través del bioetanol, por ejemplo, "más impuestos paga".
"Entendemos que esto no tiene absolutamente ningún sentido", ha indicado Rabadán, que ha puesto como ejemplo de lo contrario a Francia, donde los usuarios aprovechan un mejor precio para carburantes elaborados con técnicas 'verdes'.
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