El gigante gasístico ruso Gazprom ha rechazado la decisión del Gobierno de Moldavia de no reconocer una multimillonaria deuda ante la empresa Moldovagaz, tras decidir Chisinau que solo pagará 8,6 millones de dólares de los 709 que le reclama Rusia.
"Gazprom está categóricamente en desacuerdo con las declaraciones de la parte moldava y tiene la intención de continuar defendiendo sus derechos por todos los medios posibles", informó el consorcio ruso en Telegram.
La empresa rusa destacó que la auditoría independiente contratada por Chisinau, la capital moldava, "no fue aprobada por Moldovagaz, como estaba previsto en los acuerdos entre Gazprom y el Gobierno de Moldavia".
La postura de Gazprom
"Las conclusiones de la auditoría no pueden incidir en modo alguno en el monto y la fundamentación de dicha deuda, sobre todo porque ésta puede ser confirmada por los documentos regularmente firmados por Gazprom y Moldovagaz y las correspondientes decisiones del arbitraje internacional", argumentó el gigante gasístico ruso.
El ministro moldavo de Energía, Víctor Parlicov, dijo hoy en declaraciones a la televisión moldava que la auditoría encargada por Chisinau ha arrojado como resultado que de los 709 millones de dólares reclamados por Gazprom, 276 millones no pueden ser confirmados con documentos y que sobre otros 400 millones ya no tiene derecho de reclamación.
Por ello, el Estado moldavo propuso a Gazprom aceptar 8,6 millones de dólares y dar "un que se dé carpetazo a todos los asuntos pendientes".
El pasado domingo, la presidenta de Moldavia, Maia Sandu, negó que su país tenga una deuda de 709 millones de dólares con Gazprom y acusó a Moscú de tratar de engañar a Chisinau al respecto.
La decisión de Moldavia
Moldavia llegó a un acuerdo en octubre de 2021 con Gazprom para prolongar el contrato de suministros de gas ruso con la condición de que se llevara a cabo una auditoría de las deudas de la compañía gasística moldava en 2022.
Gazprom alertó de que se reservaba el derecho a cortar los suministros de gas a Moldavia si Moldovagaz incumplía las condiciones de pago y no solucionaba el problema de la deuda.
Sin embargo, Chisinau solo en agosto de 2022 firmó contratos con la compañía noruega Wikborg Rein Advokatfirma y la británica Forensic Risk Alliance para llevar a cabo la auditoría.
Sandu ha acusado al Kremlin de intentar desestabilizar Moldavia instigando las protestas opositoras contra el Gobierno europeísta, apoyando los ánimos prorrusos en la autonomía de Gagauzia y utilizando la carta del chantaje energético.
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