Gran Bretaña podría reducir a la mitad el gasto energético para 2050

El Operador Nacional del Sistema Energético británico (NESO) ha publicado una evaluación de los costos ilustrativos de los Escenarios Energéticos Futuros 2025 (FES 2025), y ha descubierto que el gasto relacionado con la energía podría caer de alrededor del 10% del PIB en 2025 a alrededor del 5-6% a mediados de siglo.

El informe FES 2025, publicado en julio, considera tres vías de descarbonización con distintos niveles de electrificación, hidrógeno, bioenergía y participación del consumidor, dijo NESO. El informe analiza los costos de esas vías y sus diferencias para ayudar al gobierno y a la industria a tomar decisiones más informadas, agregó el operador.

NESO proyecta que los costos de la energía como porcentaje del PIB disminuirán a pesar de la creciente demanda impulsada por el crecimiento de la población, el aumento del PIB y el consumo de los centros de datos.

Menor exposición a la volatilidad

La exposición a la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles también se reducirá sustancialmente para 2050, y la crisis energética de 2022 agregará costos adicionales equivalentes al 1,8% del PIB en comparación con los años anteriores a la crisis.

Un shock equivalente en la vía de Transición Holística aumentaría los costos energéticos en 2050 en un 0,3% del PIB.

El análisis describe un cambio desde los combustibles importados hacia la inversión en energías renovables, redes y sistemas de calefacción eléctrica más eficientes en Gran Bretaña.

Cuando se incluyen los costos del carbono, la vía de Transición Holística tiene el costo más bajo durante el período 2025-2050, mientras que ignorar los costos del carbono hace que el escenario de Quedarse Atrás sea más barato en aproximadamente un 0,4% del PIB en promedio al año durante el período.

Claire Dykta, directora de estrategia y políticas de NESO, dijo: “Proyectar los costos futuros de la energía es notoriamente difícil, pero nuestro análisis sugiere que Gran Bretaña podría reducir a la mitad la proporción del gasto relacionado con la energía para 2050. Nuestro análisis también muestra que estaríamos menos expuestos a la volatilidad de los precios de la energía con un sistema energético descarbonizado, lo que reduciría el impacto económico de un aumento repentino de los precios, como el que vimos en 2022”.

Y concluyó: “Nuestras vías están diseñadas para brindar información que pueda respaldar la planificación estratégica y el desarrollo de políticas, y también hemos identificado margen para que los costos sean inferiores a los que hemos modelado”.