La organización ecologista Greenpeace confirmó hoy que emprenderá acciones legales contra la Comisión Europea si no rectifica su decisión de catalogar como sostenibles las inversiones en energía nuclear y el gas, al considerar que violan las obligaciones de la UE en virtud del Acuerdo de París.
Austria y Luxemburgo también habían señalado el pasado julio que denunciarían ante el Tribunal de Justicia ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) la decisión de la Comisión, aprobada por el Consejo de la UE, que representa a los países, y por el Parlamento Europeo.
Greenpeace señaló este lunes en un comunicado que sus oficinas de Alemania, Francia, España, Italia, Luxemburgo, Europa Central y Oriental y la Unión Europea enviaron el pasado 8 de septiembre a la Comisión Europea una "solicitud formal de revisión interna".
La taxonomía verde para el gas y la nuclear
Argumenta "que la inclusión del gas y la energía nuclear en la taxonomía viola la regulación de la taxonomía, la Ley Europea del Clima y las obligaciones de la UE en virtud del Acuerdo de París de 2015" y añade que la decisión se aprobó pese a la "oposición generalizada de los ciudadanos de la UE, los científicos del clima, las instituciones financieras y las organizaciones ambientales".
Esa plataforma ecologista explicó en un comunicado que el Ejecutivo comunitario tiene hasta febrero para revisar los argumentos de Greenpeace y responder.
"La Comisión puede estar de acuerdo con los argumentos de Greenpeace y retirar el acto delegado complementario que añadía el gas y la energía nuclear a la 'taxonomía'. De lo contrario, Greenpeace llevará el caso al Tribunal de Justicia de la Unión Europea", indicó la organización.
Esa organización sostiene que "el gas es una de las principales causas del caos climático y económico, mientras que todavía no hay una solución al problema de los desechos radiactivos nucleares y el riesgo de accidentes nucleares es demasiado importante como para ignorarlo".
Tras años de deliberaciones internas, la Comisión Europea presentó el pasado febrero un "acto delegado" en el que consideraba ciertas inversiones en energía nuclear y centrales eléctricas de gas como sostenibles en una clasificación que pretende orientar las futuras inversiones.
Las inversiones
La decisión de la Comisión, contraria al grupo de expertos independientes que asesoraba al propio Ejecutivo, se refería en concreto a las centrales nucleares con permiso de construcción antes de 2045 y a las plantas de gas que emitan menos de 270 gramos de CO2 por kilovatio hora hasta 2031 o menos de 100 gramos en el conjunto de su vida útil.
La Comisión Europea sostiene que se trata de una propuesta realista y pragmática en un momento en el que el gas y la energía nuclear serán necesarios para la transición energética de la UE, que además quiere acelerar su independencia de los combustibles fósiles rusos en el contexto de la guerra de Ucrania.
La decisión fue validada en julio por el Parlamento Europeo (328 eurodiputados votaron en contra de rechazarla, 278 a favor y 33 se abstuvieron).
Tampoco se opuso el Consejo, donde la decisión contaba con el apoyo de Alemania en el caso del gas para la generación eléctrica y de Francia para la energía nuclear y los disidentes, como Austria, Luxemburgo, Dinamarca o España, no reunían la mayoría de bloqueo necesaria. La norma entrará en vigor en 2023.
El objetivo de la "taxonomía" es etiquetar aquellas actividades consideradas "verdes" para facilitar que se canalicen inversiones a fines sostenibles en sectores como el energético, la agricultura, el transporte o la industria, pero en la práctica no obliga ni prohíbe invertir en ellas.
Asimov
19/09/2022