El grupo ecologista GOB se opone al proyecto de una planta de hidrógeno que considera que supondría "un nuevo golpe para el paisaje y la biodiversidad de la Marina de Llucmajor", un espacio cuya proyección ambiental es insuficiente, lo que hace posible su transformación en área de producción energética, y pide al Govern que impida esta propuesta.
La Marina de Llucmajor es el mosaico agroforestal más importante de Mallorca, con fincas de gran extensión y escasa transformación urbanística gracias al mantenimiento de la actividad agrícola y ganadera que, según explica el GOB en un comunicado, han facilitado la conservación hasta la fecha de "un espacio de extraordinaria riqueza natural".
La entidad verde alerta de que, precisamente su bajo uso residencial y su estructura territorial conformada por grandes fincas, hacen esta zona más vulnerable para su empleo para infraestructuras energéticas que otras donde serían necesarios acuerdos de compra con varios propietarios y donde podría haber oposición vecinal.
El GOB lleva desde 2011 reclamando una mayor protección de esta área, basada en información científica, solicitando ampliar las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de Cap Enderrocat y Cap Blanc porque la actual deja sin protección la zona central de la Marina de Llucmajor, "precisamente la mejor conservada y ecológicamente más importante".
La planta de hidrógeno
El GOB sospecha que si esta zona no se incorporó en las ampliaciones de ZEPA de 2019 fue "para no obstaculizar el desarrollo de determinados proyectos de parques fotovoltaicos".
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