Política energética

Hungría afirma que el corte de tránsito de petróleo ruso por Ucrania es una "amenaza fundamental"

Para el Gobierno húngaro, la medida de Ucrania es "inaceptable" e "incomprensible", al tratarse de un país que quiere integrarse en la UE

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Hungría criticó la decisión de Ucrania de no permitir que la petrolera estatal rusa Lukoil suministre petróleo a través de su territorio a países centroeuropeos como "amenaza fundamental".

"La decisión de Ucrania de no permitir a Lukoil el tránsito de suministros de petróleo a través de Ucrania supone una amenaza fundamental para la seguridad de los suministros energéticos a Hungría y Eslovaquia", dijo el portavoz del Gobierno húngaro, Zoltán Kovács, en la red social X.

Kovács agregó que la medida de Ucrania es "inaceptable" e "incomprensible", al tratarse de un país que quiere integrarse en la Unión Europea (UE), pero que con una decisión así pone en peligro el suministro de crudo de dos países comunitarios.

La semana pasada Moscú denunció que Ucrania cortó el tránsito de suministro del crudo de Lukoil, por el oleoducto "Druzhba" (Amistad), una situación calificada de "crítica" por el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.

El petróleo ruso para Hungría

El ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, mantuvo en Nueva York, al margen de una reunión de Naciones Unidas, una conversación con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, sobre el tema de los suministros rusos.

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"Ahora estamos trabajando para buscar una solución jurídica para reanudar (el suministro) a través del territorio de Bielorrusia y Ucrania a Hungría", indicó el ministro.

Szijjártó adelantó ayer que Hungría y Eslovaquia iniciarán las consultas necesarias con la Comisión Europea (CE), de preparación de un eventual juicio contra Ucrania.

Si bien la limitación del tránsito del crudo de Lukoil afecta a esos dos países, éstos tampoco se quedan sin crudo, ya que siguen recibiendo suministros de otras empresas rusas.

A diferencia de otros países de la región, tanto Hungría como Eslovaquia dependen por completo de las importaciones de petróleo ruso.

El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, y su homólogo eslovaco, Robert Fico, ambos considerados prorrusos, se oponen a apoyar militarmente a Ucrania contra la invasión rusa y defienden una solución negociada al conflicto.

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