El consejero director general de Iberdrola José Luis San Pedro ha dicho que "es absolutamente necesario que se cambien los criterios de cómo hay que invertir para reducir las emisiones de CO2", así como definir el criterio para decidir quién debe pagar una parte de los costes derivados de la mejora medioambiental.
San Pedro, en una conferencia del Foro del Mediterráneo Siglo XXI en Málaga, ha declarado que él no se opone a la mejora pero ha precisado que "la debe de pagar quien emita" y que solo se consigue definiendo una política fiscal común para todos los estados europeos y que el dinero se invierta en pagar los costes destinados a medio ambiente.
Durante este encuentro en Málaga, el consejero director general de Iberdrola ha informado que para 2020 se va a tener una "estabilidad regulatoria", sin cambios importantes en los próximos 5 años, aunque en su opinión "debería haberlos", y prevé que se incentiven los pagos de capacidad -pagar a las centrales que no funcionan pero disponibles para momentos necesarios-.
Además ha indicado que se están cumpliendo de forma razonable los objetivos medioambientales en la mayoría de los países, por lo que ha considerado que para 2020 todos los estados europeos cumplirán con el compromiso impuesto, aunque ha matizado que se ha fracasado "de forma total" en que el mercado incentive el desarrollo de inversiones eficientes en energía y que no emita CO2.
Objetivos de la UE
San Pedro, también ha explicado los objetivos en los que el órgano regulador europeo está trabajando para el futuro y que se deben cumplir para 2030, que siguen siendo puramente medioambientales como los definidos para 2020 y que se conocían como 20,20,20.
Para 2030, se sigue proponiendo la reducción de emisiones, en este caso del 40%, es decir, doblar la emisiones que se han hecho en esta década, un objetivo, según el presidente de Iberdrola "razonable", sobre todo si se tiene en cuenta que en 2050 el reto es que el sector eléctrico este "absolutamente libre de CO2".
Además se propone que la penetración de renovables, que hasta ahora es del 20%, pase al 27%, lo que quiere decir que el 55% de la producción eléctrica para 2030 deberá ser de origen renovable.
San Pedro ha indicado que hay que reducir el consumo de energía un 15 por ciento derivado de políticas de eficiencia energética, sobre el 20 por ciento que se supone que ya estará reducido en el 2020.
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