Indonesia puso en marcha un plan de transición energética para reducir las emisiones de carbono dotado con un montante inicial de 20.000 millones de dólares (unos 18.270 millones de euros) financiados por un grupo de países e instituciones lideradas por Estados Unidos y Japón.
La iniciativa, llamada Plan Integral de Inversión y Política (CIPP, siglas en inglés), persigue que Indonesia alcance en 2030 -siete años antes de lo previsto- su pico de emisiones de carbono en el sector energético, con 250 megatoneladas de CO2, frente a las 357 inicialmente calculadas, según el contenido del plan divulgado.
Además, Indonesia establece el objetivo de ser neutra en emisiones de carbono en 2050, diez años antes de su meta anterior, para lo que acelerará el desarrollo de las energías verdes, que deben abastecer el 44% de la demanda del país en 2030.
"Este documento CIPP provee de un mapa de ruta a la ambiciosa transición energética de Indonesia en consideración de los desafíos desde el punto de vista técnico, financiero y, por supuesto, de justicia social", señaló el ministro indonesio de Empresas Estatales, Erick Thohir, según recoge la agencia estatal Antara.
La transición energética en Indonesia
Las potencias firmantes del plan se comprometen a movilizar inicialmente 10.000 millones de dólares en inversión pública a través de préstamos y subvenciones, entre otros, y otros 10.000 en inversión privada impulsada por estos países y con la participación de entidades financieras.
Sin embargo, a largo plazo la inversión necesaria ascenderá a 97.100 millones de dólares (88.694 millones de euros) entre 2023 y 2030 y de 580.300 millones de dólares (530.170 millones de euros) entre 2023 y 2050, según el documento de la iniciativa presentado hoy.
El plan, que considera la transición energética como clave para mitigar el impacto de la crisis climática, se enmarca en la llamada Asociación para una Transición Energética Justa (JETP, siglas en inglés), acordada entre Yakarta y varias naciones e instituciones durante la reunión del G20 del año pasado en Indonesia.
Los países e instituciones implicados en esta iniciativa incluyen a Estados Unidos, Japón, Canadá, Dinamarca, Alemania, Francia, Noruega, Italia y Reino Unido, así como la Unión Europea, el Banco Asiático de Desarrollo y el Programa de Desarrollo de la ONU.
Aunque el documento no lo especifica, este plan implica la paulatina sustitución por otras fuentes de energía de las centrales de carbón, que supusieron en 2021 el 70 % de la producción eléctrica de este país de más de 270 millones de habitantes.
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