La nacionalización de YPF le está saliendo cara a los bolsillos de los ciudadanos argentinos. Desde que la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, decidiera expropiar el 51% del capital de la petrolera argentina YPF a su propietaria, la española Repsol, el precio de las gasolinas no ha dejado de subir.
Kirchner, en vez de subir impuestos decidió equiparar la subida de las gasolinas al IPC por lo que todos los primeros de mes los ciudadanos argentinos se encuentran con subidas en el precio de los combustibles.
Subidas todos los meses
En el momento de la expropiación, Repsol vendía el litro de nafta, la gasolina súper, la que más se vende en el país sudamericano, a un precio de 4,83 pesos. A día de hoy estos precios se venden de media a más de 12 pesos por cada litro. Esto significa que se ha triplicado el precio de las gasolinas.
De esta manera, Kirchner consigue ingresos extra para el Estado para hacer frente a la indemnización de más de 5.000 millones de dólares que tuvo que pagar a Repsol en bonos del Estado.
Enfado ciudadano
El enfado de los ciudadanos es patente. No entienden que todos los meses les suba la gasolina. En lo que va de año el incremento de los precios ha sido de un 37%-40% dependiendo el combustible. Incluso algunos piden el regreso de Repsol vía Twitter. Sobre todo, porque incluso con el precio del barril de crudo por encima de los 105 dólares actuales nunca se había puesto el precio de las gasolinas tan caro.
Estas medidas también las toman el resto de petroleras que distribuyen combustibles en Argentina. Otras compañías como Esso, Petrobras o Shell también suben el precio de las gasolinas, incluso por encima de los de YPF, para que la sociedad no se queje a la compañía nacionalizada.
Tino
03/07/2014